Prohibir el plástico… ¿un problema o una solución?
Por: EntreMundos
Recientemente, autoridades municipales prohibieron la venta y distribución de ciertos productos plásticos en algunos municipios del departamento de Guatemala. Trabajadores de la industria del reciclaje de este material manifiestan su preocupación ante tales medidas, pues afirman que esto les afectaría en sus actividades laborales. EntreMundos tuvo la oportunidad de entrevistar a David López, miembro de ASOPRECGUA (Asociación de Plastiqueros y Recicladores de Guatemala), una asociación de personas que trabajan en este sector.
¿Puede contarnos que es ASOPRECGUA?
Es una asociación de plastiqueros y recicladores del departamento de Guatemala. La asociación surgió por la preocupación de que recientemente, algunos alcaldes que prohibieron o están pensando prohibir el uso de plásticos. El primer caso fue el del alcalde de San Pedro La Laguna[1] y más recientemente en San Miguel Petapa y Villa Canales[2]. También hay una iniciativa de ley[3]en el Congreso (5196) que pretende prohibir las bolsas plásticas y utilizar en el mercado bolsas biodegradables[4], diferentes a las bolsas tradicionales que nosotros reciclamos.
ASOPRECGUA cuenta actualmente con 50 socios y cada uno de estos socios tiene una pequeña empresa que trabaja con recopiladores de plástico, ya sean intermediarios o directamente recolectores de basura quienes están en los basureros y ríos de varias partes del municipio de Guatemala y a quienes comúnmente se les conoce como “guajeros”. Decidimos organizarnos porque en nuestro país, si uno no está organizado no lo escuchan en ningún lado.
¿Cómo trabaja la asociación?
Existe una industria dedicada a la producción de plástico a partir del reciclaje que es donde nosotros trabajamos. Nosotros no fabricamos productos con materia prima; no compramos materia virgen, sino que producimos productos plásticos con plásticos que han sido tirados a la basura, de manera que tenemos un negocio, pero también contribuimos a la limpieza del medio ambiente. Recolectamos todo el plástico posible, lo seleccionamos, lo lavamos, lo procesamos y lo convertimos en otros productos. Esto se hace a través de diferentes empresas, ya que no todas cuentan con toda la maquinaria para hacer todo el proceso completo, por lo que se trabaja en cadena. Reciclamos varios tipos de plásticos, como nylon, bolsas, botes, tapaderas, y otros.
¿De qué manera les afectan los acuerdos municipales y leyes que prohíben el plástico?
Hay mucha gente involucrada en el negocio del reciclaje de plástico. Nosotros, los pequeños empresarios hemos adquirido maquinaria costosa para producir, como decía anteriormente, productos nuevos a partir de productos usados, y tenemos a varios trabajadores que dependen de esta actividad. En los basureros existen grupos de guajeros, que recogen plásticos en basureros tanto municipales como clandestinos, que son lugares no autorizados para tirar basura pero que se han convertido en vertederos.
Los guajeros son personas muy pobres de varios pueblos tanto de áreas cercanas a la capital como del interior del país que vienen a ganarse la vida. Actualmente, hay guajeros en Santa Catarina y San José Pinula, Km. 22 de Amatitlán y en los basureros de las zonas 3 y 18 de la capital. En total, hay alrededor de 15,000 personas trabajando en este negocio, desde la recolección, venta, hasta la producción de nuevos plásticos en base al reciclaje. En el basurero de la zona 3 hay miles de guajeros, incluso hay gente que vive en el basurero.
Sabemos que se podría seguir trabajando con otros plásticos que no estén prohibidos, pero como se trabaja en cadena, quienes trabajan la bolsa de nylon, definitivamente no podrían reciclar otros productos porque las máquinas no procesan todos los tipos de plástico, y no se puedan cambiar fácilmente. Además, habría más competencia entre los guajeros para recolectar los tipos de plástico que todavía se utilicen. De igual manera, las condiciones de reciclado deben mejorar, por ejemplo, nosotros reciclamos jeringas, con las cuales debemos tener mucho cuidado porque vienen con agujas, y eso es altamente peligroso para nuestra salud y para la de los guajeros que las recogen.
Si más municipalidades comienzan a prohibir el uso de plásticos, y se aprueba la iniciativa de ley 5196 en el Congreso, nosotros no podríamos hacer nada contra eso. Por eso, nuestro objetivo ahora es dar a conocer a la población que hay muchas personas que viven del reciclaje, y que se quedarían sin trabajo porque las autoridades se están lavando las manos al no querer afrontar el problema de manera integral. Además, consideramos que, si se va a erradicar la bolsa común, se debe ser justo y entonces hay que erradicar todo lo contaminante, por ejemplo, las bolsas de frituras.
¿Qué considera que se pueda hacer al respecto?
Estamos de acuerdo con que el plástico es un problema de contaminación en el planeta y por eso nuestra labor es sacar la basura de los ríos y basureros y convertirla en nuevos productos de plástico. También estamos conscientes de que hasta el momento no podemos reciclar todo el plástico que hay en los basureros, pero nos preguntamos qué pasaría si se dejara de hacer esta labor. ¿Habría alguien que haría este proceso mientras se hace un cambio? ¿Quién sustraería la basura en todos estos lugares? Porque el cambio no va a ser instantáneo y no hay certeza de que sea exitoso.
Ciertamente, nadie quiere hacerse cargo de su basura; mucha gente no vuelve a utilizar sus productos de plásticos y simplemente los mandan a los basureros, o los tiran en las calles. Nosotros consideramos que al ser Guatemala un área industrial, sería difícil aplicar una normativa de prohibición. El estilo actual de la vida de población, seguirá haciendo que se produzca basura y no sólo plástica; entonces, el problema no se está atacando de raíz. Además, estamos seguros de que la prohibición de los plásticos, no sería el final de la contaminación, la prohibición se está estableciendo porque la educación no llega a la gente como debería de ser.
Nos gustaría poder contar con acuerdos que permitieran programas entre municipalidades, industrias plásticas y población para trabajar conjuntamente. Nos gustaría poder ser parte de equipos de trabajo para colocar vertederos adecuados e ir a las escuelas, institutos, mercados y lugares públicos para enseñarle a la gente cómo se debe manejar el tema de la basura y hacerlo en coordinación con las municipalidades y otras entidades ambientales, porque no queremos quitarles la responsabilidad a ellos, pero queremos darles una muestra de que tenemos propuestas de solución y que trabajando en equipo se pueden lograr mejores resultados. Así, habría más empleo para más gente que se dedicara al tema de reciclado y no habría basura en las calles, ríos, etc.
Para solucionar un problema de la mejor forma, debemos analizarlo de manera profunda y con la mayor cantidad de actores involucrados. Si bien nuestras acciones individuales son positivas, debemos estar conscientes de que sólo resuelven una mínima parte del asunto. Como Rebbeca Sulivan, del sitio web de noticias News.com.au escribía en un artículo: “A algunos consumidores nos gusta creer que estamos haciendo lo correcto por el medioambiente cuando compramos con bolsas de plástico o tazas de café marcadas como ‘biodegradable’, ‘compostable’ o como ‘ecológica’. Nos ayuda a dormir mejor por la noche.
Consideramos que la educación y la organización son primordiales para resolver esta problemática ambiental. En el caso de San Pedro la Laguna, sabemos que esta medida de prohibición no ha funcionado del todo; en Cantel, tampoco. Muchas veces existe desconocimiento sobre el tema del reciclaje, y no se quiere ver cuáles son las soluciones más efectivas, sino que se toman las soluciones más fáciles, sin consultar o investigar si hay personas que podrían salir afectadas. La industria del reciclado de plásticos es un sector empresarial pujante, que opera con todos los requisitos de la ley y que además hace la laboral social de reutilizar la basura.
Notas:
[1] El alcalde de San Pedro la Laguna, mediante un acuerdo municipal prohibió la venta y uso de plásticos, duroport, pajillas y derivados para disminuir la contaminación en el Lago de Atitlán. El acuerdo municipal contiene además empresas que comercialicen y distribuyan bolsas plásticas y los otros dos referidos productos, en San Pedro La Laguna, serán sancionadas con una multa que asciende a los Q15 mil.
[2] Además de estos municipios en el área central, existen otros en donde también se ha prohibido ya el uso de plásticos. En el área de occidente, por ejemplo, los 48 cantones de Totonicapán presentaron una política para prohibir el uso de bolsas plásticas, pañales desechables y duroport. Cantel también prohibió el uso de bolsas desde 2015, aunque sin mucho éxito.
[3] La iniciativa Ley Marco para la Regulación, Uso y Comercialización de las Bolsas de Plástico en Guatemala es promovida por el diputado Felipe Alejos. La ley contempla reducir el uso de bolsas plásticas tradicionales y utilizar principalmente bolsas biodegradables, aunque también contempla la utilización de bolsas de tela y de papel.
[4] Las bolsas 100% biodegradables no son, según la Agencia de Protección de Estados Unidos, una opción totalmente amigable con el ambiente, ya que muchas de ellas requieren de vertederos para bloquear el aire, la humedad y la luz solar, elementos cruciales para la correcta biodegradación. Una investigación del Senado de Australia, afirmó: «Mientras los consumidores podrían sentir que están haciendo lo correcto al escoger plástico biodegradable o degradable, estos productos simplemente se desintegran en piezas más pequeñas y pequeñas para convertirse en micro plásticas».
5. Las opiniones expresadas en esta entrevista (salvo las primeras dos oraciones escritas en el recuadro negro), no necesariamente pertenecen a EntreMundos. Brindamos un espacio a aquellos que no tienen voz en los medios tradicionales y están siendo afectados por una problemática social.
Foto de portada: Flickr de Mr. TinDC.