500 años – Entrevista con Irma Alicia Velazquez Nimatuj
EntreMundos tuvo la oportunidad de conversar con la Dra. Irma Alicia Nimatuj, quien es una de las principales protagonistas de la nueva película “500 años” de la directora estadounidense Pamela Yates. «500 años» se estrenará a nivel nacional el próximo miércoles 24 de enero a las 7:00 p.m. en el teatro Roma de Quetzaltenango.
Entrevista por Diana Pastor
Foto de portada: “Irma Alicia Velásquez Nimatuj” protagonista de 500 años. Foto: Melle van Essen / skylight.is
Entremundos: Nos gustaría iniciar la entrevista conociéndola un poco más. ¿Quién es Irma Alicia Nimatuj?
Irma Nimatuj: Soy una antropóloga social y periodista. Parte de mi trabajo es acompañar a comunidades indígenas, urbanas y rurales para garantizar sus derechos individuales y colectivos tanto dentro como fuera de Guatemala. Soy una mujer k’iche’ de Quetzaltenango, aunque por mi trabajo no estoy tanto tiempo como quisiera en esta ciudad, pero es un orgullo ser originaria de este lugar.
EM: Para nosotros, es muy interesante saber cómo se involucró en esta película y cómo ha sido su experiencia en torno a ella.
IN: Bueno con la directora Ana Carlos, ya habíamos grabado un documental, lo cual fue una experiencia importante porque nos hizo viajar por Guatemala y trabajar en el tema de la situación de las mujeres indígenas en el país. Trabajar con Ana Carlos, me permitió en diferentes momentos acercarme al cine, y el trabajar con Pamela Yates ha sido un regalo de la vida, pues ella es una directora, una productora y creadora que conoce bastante bien la historia de Guatemala, así que cuando comenzamos a trabajar juntas sentí que era realmente la oportunidad para dar mi aporte desde la perspectiva de mis conocimientos. Hemos trabajado con Pamela desde el 2013 y terminamos de grabar la película en el 2016, fueron casi 4 años de filmación. Se grabaron 4 semanas completas en Quetzaltenango, pero también se filmó en San Marcos, Huehuetenango y la ciudad Capital y también se hicieron grabaciones en otras partes de Guatemala. El trabajar con Pamela me envolvió de un compromiso social de ver al cine como algo más allá del cine comercial, al que le interesa crear imaginarios, crear sensaciones que no cambian la realidad, a diferencia del cine documental que muestra que realmente es posible empoderar, dar fuerza, y motivación, además de enseñar sobre historia. Los estudiantes ya no leen ni van a las bibliotecas, pero el cine es un canal viable para poder educar y tratar de documentar lo que está ocurriendo.
EM: Esta película ha causado bastante expectativa y es parte de una saga de otras dos películas producidas anteriormente por Pamela Yates. ¿Cómo inició todo el proceso?
IN: Pamela tiene la fortuna de que llegó a Guatemala muy joven, para grabar la película Cuando las montañas tiemblan, en 1982. Esta película es clásica dentro de las universidades extranjeras, los profesores de Historia o Ciencias Sociales la usan cuando hablan o enseñan sobre Centroamérica y en esta película, se documentan escenas que se convierten en clave para un proceso que vendría 30 o 35 años después, por ejemplo, la entrevista al general José Efraín Ríos Montt. En esta entrevista, él está aceptando que había una cadena de mando en el ejército, lo cual desde la defensa y durante el juicio se argumentó que no existía. Uno puede ver con ello el valor del cine documental, lo que se graba en este momento es historia viva, lo que grabamos en 500 años es historia, aunque en estos momentos está vivo. Hacer cine documental es un desafío, y Pamela como directora hizo un esfuerzo para hacer que múltiples elementos quedaran grabados en 500 años y que ustedes tendrán la oportunidad de ver. La película se divide en 3 partes, y en ellas hay un hilo conductor que al final le dice al pueblo de Guatemala que es posible cambiar su situación cuando la gente se convierte en actores de su presente y su futuro.
EM: ¿Cómo se han complementado entre sí las 3 películas de esta trilogía? ¿Considera que 500 años es una película diferente a otras películas que abordan la lucha y resistencia del pueblo Maya en Guatemala?
IN: Creo que cada trabajo documental se va complementado, porque la historia tiene múltiples aristas, algunas son generales y otras son muy específicas. Cuando las montañas tiemblan es la primera película de Pamela, quien al venir al país se encuentra con el genocidio y el conflicto armado. Luego viene Granito, en donde muestra cómo los sobrevivientes del genocidio y del conflicto armado buscan justicia dentro y fuera de Guatemala. Finalmente, viene la tercera película, 500 años, que aborda el juicio contra Ríos Montt y las enormes manifestaciones del 2015 en contra de la corrupción, en donde se muestra a la juventud con toda su fuerza y energía, desbordándose en las calles diciendo que quieren otro país. Entonces, estas películas demuestran toda esta riqueza histórica, convirtiéndose en fundamentales para estudiar la historia de Guatemala, pero no son las únicas películas, hay otras que han ido documentando lo que ha sucedido en el país y que son de otros documentalistas del mismo nivel y categoría que Pamela. Lamentablemente no hay mucho cine documental en nuestro país, pero hay gente que ayuda a tener una visión bastante crítica y analítica de lo que es Guatemala.
EM: Esta película ha sido presentada en festivales de cine importantes a nivel mundial, como el festival de Sundance, The Humans Rights Watch y más recientemente en el festival de Nantucket. ¿Cómo ha sido la experiencia en el exterior?
IN: En Sundance 500 años se presentó en febrero del año pasado, y fue muy importante porque Sundance es la contraparte de Hollywood. Ahí no hay alfombra roja, no hay glamour sino un trabajo de mucha concientización, un trabajo bastante fuerte entre los productores y directores. Robert Redford, quien inició el festival ha realizado un gran trabajo y ahora, un grupo significativo de indígenas norteamericanos están trabajando fuertemente en el cine documental, además de una serie de directores y productores de diferentes partes del mundo. Llegar a Sundance es una enorme oportunidad porque es ver que se está haciendo a nivel mundial en el campo del cine documental. Todos convergen ahí con una sensación que no es de competencia, sino de aprendizaje, conocimiento y hermanamiento de hombres y mujeres que están haciendo un trabajo muy fuerte por cambiar el país desde la política, desde el activismo, desde sus profesiones. El público de estos festivales, es un público muy crítico y analítico que no llega a ver películas en donde las personas se transforman en monstruos o súper héroes, sino llegan a ver a mujeres y hombres de carne y hueso que están luchando. Las salas durante el festival de Sundance durante la presentación de 500 años se abarrotaron, en la primera presentación la sala se llenó al 80 por ciento, en la segunda al 90 por ciento y en las últimas dos, al 100 por ciento, al punto de que muchas personas se quedaron afuera. En algunos de los festivales, el público completo se ha parado y aplaudido, motivado y emocionado al terminar la película; en cada presentación he encontrado personas de Guatemala, con ascendencia guatemalteca, o extranjeros que han vivido o han trabajado en algún momento de sus vidas en Guatemala y terminan llorando al ver la película.
EM: Usted decía anteriormente que esta película es importante para los guatemaltecos, y sabemos también que es importante para las mujeres indígenas ¿Cómo se puede hacer llegar esta película a ellas?
IN: Parte de ello, es que se decidió hacer el lanzamiento en Quetzaltenango, rompiendo la idea de que lo más importante sucede en la capital. Reconocemos que es aquí en el interior donde las mujeres están haciendo un gran esfuerzo por mantener levantado al país, entonces, escoger Quetzaltenango para estrenar la película es un reconocimiento a las mujeres del interior. Además, la película va a hacer un recorrido en departamentos como Totonicapán, Quiché, Alta Verapaz y Chimaltenango. Skylight, la empresa productora de las 3 películas y que trabaja con bases sociales en Nueva York, Colombia y otros países, quiere formar a la gente. Por eso el 24 de enero, se va a trabajar un taller sobre cómo usar el cine documental para grabar la memoria social que se está viviendo, y posteriormente presentar la premier de la película. Ambas actividades son fundamentales para compartir nuevos conocimientos, crear nuevos equipos de cine documental y fortalecer lo que ya existe para que estas personas se conviertan en los nuevos documentalistas.
Lo que ha hecho Pamela Yates es clave, pero tienen que venir más jóvenes, que sean de nuestros países. Es muy bueno tener aliados como Pamela Yates, la directora, como Peter Kinoy, el editor, como Paco de Onís el productor, pero también tenemos que tener nuestros propios equipos de cineastas que sean capaces de entender lo que está pasando de manera crítica y con ojos abiertos, con ojos de imaginación, creatividad y análisis. En toda la gira se van a dar múltiples talleres, porque no sólo queremos formar sino aprender de las personas en donde la película va a presentarse.
EM: ¿Le gustaría agregar algo más sobre la película y decirnos por qué no debemos perdérnosla?
IN: En principio porque muestra el protagonismo desde los hombres y mujeres indígenas, nos rompe el estereotipo de que los indígenas son los más pobres, las víctimas perpetuas…se deja de romantizar lo indígena, sus trajes, sus bailes, sus ceremonias, su espiritualidad. Esta película trata de dar a conocer que las mujeres y los hombres indígenas son más que eso, que son protagonistas de su propia historia y lo han sido durante 500 años. Presenta hombres y mujeres con proposición, no a hombres y mujeres que son llevados y que obedecen como ovejas a lo que se les dice, presenta a mujeres y hombres con una voz fuerte, con conocimiento de su historia, su origen y con claridad de la realidad que vive su país. También muestra a la juventud, que por lo regular en Guatemala es vista como el futuro, pero que en la película es mostrada como los protagonistas de Guatemala evidenciándose con las manifestaciones del 2015. La película es importante también por abordar el tema de justicia. Diría que la película deja la sensación de que tenemos que seguir luchando y que tal vez debemos ver a otros actores y otras voces no tradicionales para poder darnos cuenta que sí es posible pensar en otro país y hacerlo realidad.