Incendio en el Centro Histórico de la ciudad de Quetzaltenango
El reloj apuntaba las once treinta de la noche del jueves 30 de julio, cuando desde cualquier punto de la ciudad de Quetzaltenango se pudo percibir un hongo negro de humo y destellos rojos, muchos apuntaban a que el fuego proviniese de algún incendio en las faldas de la Pedrera, sin embargo al acercarse más al centro de la ciudad la sorpresa fue ver que uno de los restaurantes más emblemáticos de la localidad era el que ardía en llamas, “La Ricca Burguer”, y lo caótico de la situación era que ya estaba corriendo el fuego a los demás negocios que circundaban este lugar. El caos se apoderó de la gente, las víctimas cinco personas entre ellas tres mujeres y dos hombres ya habían sido trasladadas a centros asistenciales casi todos con quemaduras graves. Los bomberos no llegaban ya que por ser jueves, puerta al fin de semana habían numerosos vehículos parqueados en la ruta para llegar al lugar del siniestro y fue bastante dificultoso para ellos acceder hasta la zona afectada y mientas tanto nadie podía hacer mayor cosa para detener la furia de las llamas que amenazaba para todos los puntos de la cuadra, pasada una media hora algunos propietarios de los negocios de la cuadra llegaron a abrir para lograr rescatar algunas de sus pertenencias, esfuerzos casi en vano a penas el fuego dio tiempo para que sacaran unos cuantos productos y otros no pudieron ni siquiera sacar uno solo, las perdidas se calculan en más de 25 millones de quetzales.
Los esfuerzos tanto de los bomberos más de cien de ellos de compañías de Quetzaltenango, Cantel, La Esperanza, San Juan Ostuncalco, Totonicapán, entre otros, así como de otros tantos héroes anónimos que apoyaron a sofocar el incendio duraron casi cinco horas, José Recancoj, bonbero voluntario de esta ciudad, comentó a un medio local que el Centro Histórico tiene al menos un 80 por ciento de riesgo a estas tragedias, por los materiales que han sido construidos los edificios y la antigüedad de los mismos, concluye que “se debe de pensar en modernizar los edificios con materiales menos vulnerables, sin perder la historia”.
Los negocios afectados en total fueron once, uno de ellos “Baviera” el cual era un Café – Museo que poseía piezas de incalculable valor histórico, dos zapaterías “Marcovi” y “Happy Shoes”, una discoteca “La Parranda,” un café – bar “Leyendas”, el restaurante “La Ricca Burguer”, una tienda de productos religiosos “La Parroquia”, una librería “El Centro”, una venta de hilos y otros de costura “Luxemburgo” y un almacén de ropa para caballeros “Europa”, todos ellos convertidos en cenizas.
Finalmente la Oficina del Centro Histórico así como instituciones del gobierno, entre ellas el Instituto de Antropología e Historia (Idaeh), realizan evaluaciones de los daños para determinar si se requerirá de alguna demolición tratando de resguardar a al población y a la vez protegiendo el patrimonio histórico de Quetzaltenango.