Cambio Climático – Comentario por el director de la Asociación para el Desarrollo Rural “El Amanecer” (ASODERAM)
— Por el Ing. Agro. MSc. Erik De León Soto
El Cambio Climático es considerado como una modificación en el clima que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima, no se limita al aumento de la incidencia e intensidad de los fenómenos hidrometeorológicos. Se manifiesta por un aumento de enfermedades y en la disminución de la disponibilidad de fuentes de agua limpias y calidad de los recursos naturales, debilitamiento en ecosistemas, la reducción de la producción agrícola y su calidad, y en los impactos en la infraestructura básica y de servicios, ocasionando serios daños económicos y socio ambientales.
Según el V informe del IPCC [1] confirma que el cambio climático es provocado por las acciones de los seres humanos y además constituye el mayor fracaso del mercado por no internalizar el valor del clima como bien público global ni registrar adecuadamente los impactos sociales y los servicios ambientales en sus indicadores.
En lo referente a Guatemala ocupa una posición geográfica, que le da una amplia gama de escenarios óptimos para diferentes actividades productivas, fundamentales para su crecimiento y desarrollo económico. Además de las características que esto brinda al territorio, la ubicación del país en el globo brinda notables ventajas comparativas, que podrían fácilmente ser traducidas en ventajas competitivas en una dinámica global.
Estas condiciones, también agravan las vulnerabilidades socioeconómicas ante los embates del clima, no solo para Guatemala, sino para toda le región de Centroamérica. La región es gravemente afectada por sequías, ciclones y los fenómenos de “El Niño” y “La Niña” [2] como elemento adicional, Guatemala se ubica en la convergencia de tres placas tectónicas que la convierten en un país altamente vulnerable a las actividades sísmicas.
En el contexto mundial. Guatemala se ubica como el país número diez en el mundo con mayor Índice de Riesgo Climático a largo plazo, con 72 eventos climáticos registrados entre 1993 y 2012.[3], la ONU señaló que, Guatemala es uno de los dos países de América Latina que integran la lista de las 10 naciones con más damnificados y muertos por cada 100,000 habitantes. [4]
En las últimas décadas se han registrado variaciones considerables en el mundo sobre aspectos climáticos, siendo Centroamérica una de las más afectadas por tales variaciones. Esto se registra mediante una serie de eventos con secuelas en pérdida de vidas humanas, impactos en la salud, la seguridad alimentaria, infraestructura, la agricultura vinculándose de manera directa con la economía desarrollo y el bienestar de la población.
La vulnerabilidad social del país como: Pobreza, desnutrición, baja cobertura y calidad en educación y salud, racismo, inseguridad, corrupción, hacen que gran parte de la población sufra fácilmente ante situaciones de fenómenos climáticos. Los factores que hacen vulnerable a una población mayormente pobre y rural dependen del ciclo del agua para procesos agrícolas.
Debido a las condiciones mencionadas sobre la vulnerabilidad social del país, hará que el cambio climático tenga impactos más severos en todos los aspectos de la vida nacional.
Guatemala no es ajena a la globalidad del cambio climático. Los estudios científicos y los impactos ocurridos en el territorio prevén el aumento de la magnitud y la frecuencia de fenómenos naturales como: Huracanes, tormentas tropicales y depresiones que se traducen en inundaciones y/o períodos de sequía y otros fenómenos naturales conllevan efectos como: La pérdida de vidas humanas, Impactos socio ambientales y económicos, principalmente en los sectores agrícola y de infraestructura, contaminación de fuentes de agua y agotamiento de las mismas, pérdida de cosechas y aumento de la inseguridad alimentaria, cambios en la distribución geográfica y temporal de plagas, vectores, depredadores y enfermedades, modificaciones espaciales en las zonas de vida y en las condiciones climatológicas normales y las alteraciones y bloqueos en la cadena trófica en los sistemas terrestres y marino-costeros, aumento de incendios forestales debido a las sequías, destrucción de infraestructura debido a inundaciones y deslaves, pérdida de espacios naturales y hábitat, erosión y degradación de los suelos, con sus efectos en el funcionamiento de los ecosistemas, la producción agrícola y otras actividades socio económicas.
De acuerdo con las evaluaciones de los impactos económicos provocados por el huracán Mitch y la tormenta tropical Stan, las pérdidas económicas para Guatemala ascendieron a Q8,533.55 millones de quetzales.[5] Es imprescindible concentrar los esfuerzos de las organizaciones que actúan en el territorio nacional para reducir la vulnerabilidad y adaptarse a los impactos negativos del cambio climático y la variabilidad climática sobre nuestro territorio. Los fenómenos climáticos extremos pueden también afectar los sistemas de infraestructura del país, a diferentes niveles. Por lo que se necesita mantener una organización productiva, contar con servicios básicos para la población, e implementar programas de desarrollo social.
En Guatemala los efectos de eventos climáticos extremos, como sequías, tormentas o huracanes, no se limitan a la escala temporal de su duración o sus efectos inmediatos. Por ejemplo, para el caso de sequías, los efectos que esto puede tener en la agricultura de subsistencia y su consecuente efecto en la nutrición de poblaciones locales, tiene impactos de carácter permanente en el desarrollo cerebral de la población infantil, condenando de por vida a muchos habitantes sin acceso a una dieta apropiada.
El cambio climático crea condiciones favorables para la propagación de enfermedades nocivas en la salud humana; la incidencia de plagas en cultivos de importancia nacional ejemplo: El comportamiento de la roya del café (Coffea arabica) a lo largo de la cosecha del año 2013-2014, los hongos en las plantaciones de papa (Solanum tuberosum) en occidente, la mancha de asfalto en el maíz, (Zea mays) la pérdida de cosechas de ciruela (Prunus domestica) y manzana (Pyrus malus) en el altiplano occidental y otros muchos casos.[6]
Guatemala ante el cambio climático tiene avances significativos en materia de políticas y legislación para incluir las prioridades de adaptación y mitigación ante el cambio climático en el desarrollo del país. “El Estado, las municipalidades y los habitantes del territorio nacional están obligados a propiciar el desarrollo social, económico y tecnológico que prevenga la contaminación del ambiente y mantenga el equilibrio ecológico. Se dictarán todas las normas necesarias para garantizar que la utilización y el aprovechamiento de la fauna, de la flora, de la tierra y el agua, se realicen racionalmente, evitando su depredación”.[7]
La Política Nacional de Cambio Climático va dirigida a la erradicación de la pobreza a través de: Mejorar la calidad de vida de la población, promover cambios de actitudes y comportamientos para proteger y enriquecer el ambiente construyendo una bioética nacional, impulsar la responsabilidad socio-ambiental de todos los sectores, asegurar el uso de bienes y servicios ambientales, promover la conservación y fortalecimiento del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP)[8]
Los alcances de la Política Nacional de Cambio Climático incluyen la reducción de la vulnerabilidad del país a los eventos extremos, el reforzamiento de la capacidad de adaptación y la contribución a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), así como el aprovechamiento de los mercados de carbono.[9] En el año 2005 se designó al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) como la Autoridad Nacional encargada del Mecanismo de Desarrollo Limpio (Acuerdo Gubernativo 388-2005), se crea la Oficina Nacional de Desarrollo Limpio (Acuerdo Ministerial 477-2005). En el año 2009 se creó la Comisión Interinstitucional de Cambio Climático (Acuerdo Gubernativo 253-2009), con el objetivo de proponer a las dependencias del organismo ejecutivo, las políticas, estrategias y acciones concretas orientadas a la adaptación y mitigación del Cambio Climático.
Posteriormente en el año 2013 y después de varios años de gestión previos a la Conference of the Parties (COP por sus siglas en inglés) XVI de Cancún, el Congreso de la República aprobó la Ley Marco para Regular la Reducción de la Vulnerabilidad, la Adaptación Obligatoria ante los Efectos del Cambio Climático y la Mitigación de Gases Efecto Invernadero [10]
A nivel internacional, Guatemala es signatario de tratados y convenios internacionales sobre Cambio Climático y Ambiente. Su compromiso como país con la Convención Marco de las Naciones Unidas, así como el Protocolo de Kioto en el año 1999, la que permite el desarrollo de acciones políticas en materia de cambio climático y gestión ambiental en el país. A nivel regional, Guatemala ha sido actor importante en los Convenios Centroamericanos sobre cambio climático en los años 1993 y 1996 y la declaración de San Pedro Sula en el año 2008, esto ha sido el origen de un trabajo conjunto y el establecimiento de una Estrategia Regional de Cambio Climático. En el ámbito nacional, en materia de políticas públicas Guatemala cuenta con una política nacional de Cambio Climático.
El fin último de la Política Nacional de Cambio Climático es contribuir al cumplimiento de los Objetivos del Milenio con énfasis en la reducción de la pobreza. Los alcances de la política incluyen la reducción de la vulnerabilidad a los eventos climatológicos extremos, el reforzamiento de la capacidad de adaptación y el aprovechamiento de las oportunidades para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Finalmente la Ley Marco de Cambio Climático es explícita al prever y alertar a los habitantes y sectores del país sobre el aumento en periodicidad y magnitud de fenómenos como las tormentas tropicales y sequías esta ley se constituye en el marco en el que se deberá llevar a cabo la planificación del desarrollo del país. Por esta razón, requiere de una instrumentalización muy especial para su implementación.
Por su parte en la propuesta de visión presentada por el actual gobierno, el Plan Nacional de Desarrollo K’atun: nuestra Guatemala 2032, se elabora en el marco del Sistema de Consejos de Desarrollo (SISCODE), cuyo objetivo es organizar y coordinar la administración pública mediante la formulación de políticas de desarrollo, planes y programas presupuestarios y el impulso de la coordinación interinstitucional, pública y privada.
La propuesta se presenta como un elemento de reflexión invitando a todos los guatemaltecos a construir una visión conjunta de la nación, tomando como base el análisis de las tendencias demográficas, socioeconómicas y geográficas, así como los patrones de comportamiento del país en el futuro. El Plan contempla una serie de procesos metodológicos para la formulación, implementación y seguimiento de políticas públicas orientadas a mejorar los indicadores sociales del país para el año 2032 y contiene 5 ejes de trabajo: 1.- la modernización fiscal, 2.- la inversión en seguridad alimentaria y nutricional, 3.- seguridad y justicia 4.-infraestructura económica y social, 5.- mejoras en competitividad y acceso a servicios de salud.
[1] Intergovernamental Panel on Climate Change
[2] CEPAL 2010
[3] Germanwatch, 2013
[4] Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres del 2009 (ONU 2009). En marzo de 2013
[5] Informes anuales de los Ministerio de Economía, Ministerios de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala
[6] Informes anuales Ministerios de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala
[7] Constitución Política de la República de Guatemala, en su Artículo 97
[8] Política Nacional de Cambio Climático (Acuerdo Gubernativo 329-2009).
[9] Ministerio de ambiente y recursos naturales 2009:8
[10] Decreto gubernativo 7-2013