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Maternidad forzada: Sinónimo de Violencia

Por: Karen Legrand

En un país tan conservador y machista como Guatemala, decidir ser madre en lugar de sólo serlo sin cuestionarlo, es visto como un acto “antinatural”. Esto se evidencia con la presión de estructuras basadas en creencias culturales, religiosas y sociales que vinculan la maternidad con el “deber ser” de las mujeres. Comentarios como: “Si no tienes hijxs, te quedarás sola”, “si no eres no te realizarás como mujer” “le hicieron el favor” (cuando un hombre embaraza a una mujer)”, o “¿quién va a cuidar de ti cuando seas mayor?, reflejan que la concepción de maternidad se visualiza como un contrato en donde las mujeres no son capaces de valerse por sí mismas, lo cual es concebido bajo el imaginario del rol de “servicio y sumisión” de la mujer.

La maternidad forzada en Guatemala

La Campaña Regional #Niñasnomadres analizan la maternidad forzada como el resultado de la violencia sexual, de actos sexuales forzados y de las restricciones a servicios de salud sexual y reproductiva, como la interrupción legal del embarazo y falta de políticas que aborden integralmente las vulneraciones de derechos y el futuro de las niñas y adolescentes.

Guatemala es uno de los países de la región con números alarmantes de embarazos en niñas y adolescentes. Según datos del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva –OSAR- en el 2019 se registraron:

-114,858 embarazos en niñas y adolescentes de 10 a 19 años

-315 niñas y adolescentes embarazadas por día

-5,061 corresponden a las edades de 10 a 14 años

Estas cifras representan la realidad de las niñas y adolescentes guatemaltecas que viven en situaciones de alta vulnerabilidad y son expuestas a la violencia sexual, trata de personas, relaciones sexuales forzadas, desinformación sobre sus DSDR[1] y carencia de políticas y planes que garanticen una Educación Integral en Sexualidad -EIS-.

El embarazo forzado tiene efectos multidimensionales en la vida de las mujeres; en lo físico representa un riesgo por muerte antes, durante o después del nacimiento y violencia obstétrica (del personal de salud hacia las mujeres embarazadas). En lo social/comunitario es frecuente la exclusión familiar y escolar (se les expulsa a las mujeres de sus casas y centros educativos) así como exposición a la violencia física, emocional y psicológica. A menudo las mujeres pierden sus proyectos de vida y sufren de problemas emocionales como ansiedad o depresión pos parto, por mencionar algunos ejemplos.

Conociendo nuestros Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos

La sexualidad es una integración de aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales, es decir, que está ligada a nuestro ser integral, a nuestro cuerpo, pensamientos, emociones, contextos, creencias, deseos, etc. Acá te dejamos una lista de los principales DSDR fundamentados en el marco legal guatemalteco y en tratados y convenios internacionales firmados por el Estado de Guatemala.

  1. Derecho a vivir y decidir de forma libre, autónoma e informada sobre mi cuerpo y mi sexualidad
  2. Derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi sexualidad
  3. Derecho a manifestar públicamente mis afectos
  4. Derecho a decidir libremente con quien o quienes relacionarme afectiva, erótica y socialmente
  5. Derecho al respeto de mi intimidad y vida privada y al resguardo confidencial de mi información personal
  6. Derecho a la vida, a la integridad física, psicóligca y sexual, a vivir libres de violencia
  7. Derecho a vivir libre de discriminación
  8. Derecho a la igualdad de condiciones y oportunidades
  9. Derecho a decidir de manera libre e informada sobre mi vida reproductiva
  10. Derecho a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluido el acceso a métodos anticonceptivos
  11. Derecho a la información actualizada, veza, completa, científica y laica sobre sexualidad
  12. Derecho a la educación integral en sexualidad
  13. Derecho a la participación de las políticas públicas sobre sexualidad

¿Te interesa profundizar en cada uno de tus derechos? Acá te dejamos recursos virtuales para consulta

La maternidad será deseada o no será

Decidir ser o no ser madre, cúantos hijxs se quiere tener, usar o no métodos de anticoncepción y de qué tipo, y denunciar la violencia sexual, son acciones vinculadas al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Como mujeres, tenemos el derecho y la libertad de decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra sexualidad; somos nosotras las protagonistas de nuestro proyecto de vida.

[1] Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos

Karen Legrand es Psicóloga Comunitaria y es colaboradora de Revista EntreMundos.