Juana Alonzo logra su libertad y regresa a Guatemala
Por María José Longo
Luego de varias manifestaciones para exigir justicia, Juana Alonzo, migrante guatemalteca maya chuj que estuvo detenida ilegalmente en México por siete años, regresó a su comunidad.
En el 2014, salió de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango, con el propósito de llegar a Estados Unidos. El coyote la resguardo en una vivienda en donde junto a otras dos mujeres fue obligada a trabajar, hasta que una de las víctimas denunció. La policía mexicana la señaló como cómplice de los secuestradores, Juana no entendía lo que pasaba y tampoco pudo comunicarse con las autoridades porque solo podía hablar en su idioma materno chuj.
“Yo soy inmigrante, no soy secuestradora, por ignorancia así me pasó. No hubo un traductor, no hubo nadie. No está mi consulado conmigo, por eso se aprovecharon todos de mí, pero ahora gracias a Dios estoy libre”, dijo Juana.
En el Aeropuerto Internacional La Aurora, la recibieron sus familiares con flores y una manta grande que siempre estuvo presente en las marchas para exigir su libertad.
“Ojalá que se haga justicia a todos, pasé muchos años en la cárcel, cuando uno no tiene papeles está bien difícil. Estoy muy agradecida con mi familia y mi municipio que lucharon por mí”, contó la migrante.
Como Juana no hablaba español la obligaron a firmar una declaración en la que se incriminó y estuvo siete años en una cárcel de Reynosa, Tamaulipas, México. En Guatemala organizaciones y personas se unieron para no dejarla sola y exigir justicia.
Aunque el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, determinó que la detención de Juana fue arbitraria y recomendó su libertad, familiares, amigas y amigos de Juana tuvieron que manifestar en el consulado mexicano de Quetzaltenango y unirse a la Caravana de Madres Migrantes Desaparecidos y Desaparecidas, hasta que el Gobierno de México cumplió.
Marcha del 8M
La mañana del 8 de marzo un grupo de mujeres caminaron 2.5 kilómetros desde el parque central de Quetzaltenango hasta el consulado mexicano. Era el Día Internacional de la Mujer y ellas coincidían en una lucha: exigir la libertad de Juana Alonzo.
Ana Gómez, tía política de Juana, habló mientras sostenía flores en una mano y en la otra una manta con el mensaje: Libertad para Juana. La tía se unió a las mujeres y hombres que conmemoraron el Día Internacional de la Mujer en una marcha para exigir justicia.
“Tienen que dejar libre a Juanita, la discriminaron, la torturaron y no hay evidencia para que esté presa. Es mucha injusticia, las mujeres tenemos derechos y venimos a exigirlos para Juanita. Que ella se sienta feliz porque venimos a apoyarla, venimos a exigir su libertad. Que no se sienta triste, sino orgullosa de ser mujer y de que nosotras vengamos a exigir por ella”, dijo Ana.
Las mujeres que conmemoraron el Día Internacional de la Mujer con una muestra de solidaridad hacia Juanita, como la llaman, suspendieron sus actividades diarias para unirse a la protesta. La mayoría viajó en autobús por 10 horas desde su comunidad hasta Quetzaltenango.
“Juanita ha perdido su juventud; en ese tiempo, ninguna mujer debe sufrir eso y todas estamos unidas para esta causa. Es un caso emblemático que realmente demuestra que en Guatemala y en otros países no se reconoce, ni se visibiliza el hecho de ser maya indígena y hablar un idioma. Es prioritario que se nos atienda en ese idioma y no en español o castellano. Juanita no está sola”, dijo una vecina de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango.
De acuerdo con el Censo 2018 de Guatemala, en San Mateo Ixtatán, el municipio natal de Juana, 88 de cada 100 personas habla chuj, 9 de cada 10 son indígenas y el 60% de las mujeres mayas no saben leer, ni escribir. En la actualidad Juana tiene una intérprete que viaja a México para acompañarla en las diligencias.
Las mujeres que caminaron hasta el consulado mexicano iban con carteles y flores que alzaban mientras gritaban: “Estamos con Juanita”, “mujeres luchando, el mundo va cambiando”, “queremos justicia para Juanita”.
¿Por qué al consulado?
Paula Barrios, coordinadora de la asociación Mujeres Transformando el Mundo, relató que Juana sufre física y psicológicamente al estar en prisión en un país que desconoce y en donde no tiene acceso a expresarse en su idioma materno.
“Lo que nosotras esperamos del consulado es que abran las puertas para generar comunicación entre la familia y el sistema de justicia mexicano, sobre todo el que está llevando el proceso legal en Reynosa, para que la familia pueda contribuir y tener conocimiento de primera mano de lo que sucede en el proceso. El derecho es muy formalista y si se pasan las etapas luego es muy difícil, puede afectar a Juana por no tener claridad de cuáles son los pasos a seguir”, explicó Paula.
Hasta el 8 de marzo de 2022, Mujeres Transformando el Mundo tenían claro que había tres posibilidades en el proceso de Juanita: la primera es que se abra a juicio y se procese, ya que ella es acusada de secuestro. Una segunda posibilidad es que la defensa y el Ministerio Público de México soliciten el sobreseimiento y se culmine con el proceso. Otra es que se logre la libertad inmediata en base a una detención ilegal.
Un reencuentro virtual familiar
Desde el 2014 y desde que migró, su familia no había visto el rostro de Juanita, pero en febrero de 2022 las organizaciones que apoyan el caso gestionaron una video llamada. De nuevo, por medio de una pantalla, se vieron.
Vecinas que participaron en la manifestación contaron a EntreMundos que comprenden a la familia de Juana porque tienen familiares que migraron y saben de muchos otros casos de guatemaltecas y guatemaltecos que han desaparecido o muerto mientras intentan llegar a Estados Unidos. El factor común es salir de Guatemala para darle un futuro diferente a sus familiares que viven sin oportunidades.
De enero de 2019 a diciembre de 2021, a Guatemala retornaron 31 mil 307 personas que pretendían llegar a Estados Unidos desde Huehuetenango. En el último año, 2021, de las personas retornadas, 22 de cada 100 fueron mujeres. Así lo establece la Unidad de Información para los países del norte de Centroamérica de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La familia de Juana Alonzo Santizo contó a Prensa Comunitaria que han invertido más de Q150 mil en la lucha por la libertad de ella, pero la respuesta ha sido negativa. Pedro, hermano de Juanita, migró en el 2015 hacia Estados Unidos, en donde estuvo seis años. Apoyó económicamente a su familia con el sueño de ver libre a su hermana, pero hasta ahora no se ha concretado.
“Migré para apoyar económicamente el caso, porque mi papá trabaja en el campo, lo que gana era insuficiente”, indicó Pedro a Prensa Comunitaria.
Pedro también relató que hace 10 años, Catarina Santizo, la madre, se quemó, por lo que su salud es complicada. “Hemos invertido dinero en medicina para mi mamá, pero no se cura; también para los gastos de la casa y más los gastos por el caso de Juana”, contó el hermano de 27 años.
Además de las acciones legales y manifestaciones, la organización Promotores de la Liberación Migrante promueve una campaña en las redes sociales por medio de cual invita a hacer publicaciones con el #LibertadParaJuanita. En Guatemala y otros países diferentes personas se han sumado a la demanda.
Las mujeres y hombres de diferentes territorios, etnias y clases sociales que demandan la libertad de Juanita, hacen un llamado al sistema de justicia de México para que agilice el proceso y ella pueda regresar a su hogar. También esperan que la historia no se repita y que el acceso a la justicia en todos los países sea en el idioma materno, que es un derecho humano en materia lingüística.
La demanda continúa
Familiares y amigos de Juanita viajaron a México para acompañar la Caravana de Madres Migrantes Desaparecidos y Desaparecidas.