Red de sanadoras ancestrales
POR EMMA GÓMEZ
Sanar. Esta palabra tan simple, pero con mucho significado y fuerza, es para muchas y muchos algo complejo. Para entender y profundizar el tema en este artículo presentamos a Lorena Kab´nal, quien fundó la Red de Sanadoras Ancestrales del Feminismo Comunitario Territorial y que por más de 15 años ha mantenido la lucha por la defensa del territorio y derechos humanos. La red está presente en varios territorios de Iximulew (Guatemala) como en Euskal Herria (País Vasco) en coordinación de la organización Entreamigos-Lagun Artean; organización que coopera al desarrollo y la educación para la transformación social, y promueven sociedades equitativas y libres de discriminación y violencia. Kab´nal explica que la red aborda y acompaña procesos de sanación comunal. “La sanación tiene una dimensión personal, política y comunal”, dijo. No se atienden casos particulares o individuales, tampoco procesos de autocuidado, precisamente porque la forma y manera en que las mujeres mayas sanan, es en comunidad; sanar a la par del río, sanar junto al bosque, junto a la selva, en los centros ceremoniales, a la par del fuego, en el temazcal; sanar es cómo una puede tener la fuerza y la vitalidad necesaria en momentos para acuerpar y defender la vida y para enfrentar las grandes complejidades, asegura la sanadora de origen maya q’eqchi. “Para nosotras la sanación es como un camino cósmico político, es un nombramiento que le hemos dado a nuestra manera de abordaje, de acuerdo a la propuesta feminista comunitaria territorial y eso quiere decir que hemos tomado sabidurías plurales de abuelas, madres, bisabuelas, mujeres sabias de nuestros territorios, nuestras familias, mujeres mayas y de otros pueblos; para que su sabiduría ancestral milenaria, su cosmogonía y su espiritualidad, nos fortalezca en este tiempo que vivimos los efectos del sistema patriarcal del colonialismo, del capitalismo, neoliberalismo y todos los efectos del racismo sobre nuestros cuerpos y sobre la tierra. Esta fuerza es lo que ha sostenido a nuestro pueblo ante tanto genocidio, ante una guerra contra insurgente que recién ha pasado y eso sigue sosteniendo a nuestros pueblos en tiempos de neoliberalismo, en tiempo de pandemias, en estos tiempos actuales de luchas coyunturales” enfatiza. Para la red, los pueblos han sostenido las espiritualidades, la sanación, la fuerza comunal, como se hace política la sanación espiritual ancestral y como tiene una intencionalidad feminista, esta es la propuesta que han ido tejiendo a lo largo de estos 15 años desde estos territorios.
Pueblos originarios
Iximulew y Euskal Herria son dos pueblos con tiempos y formas de vida similares. Tiene sus propias cosmogonías y territorialidades ancestrales. Ambos idiomas son muy antiguos y hermosos. En ambos países se han vivido situaciones que han complejizado los cuerpos y la territorialidad. La historia recuerda que ambos pueblos quedaron divididos; los mayas tienen parte de territorio en Guatemala y México, y el territorio vasco está dentro del Estado español y Estado francés. Se han concatenado presiones allá y aquí, opresiones sobre los cuerpos y sobre la tierra. En Guatemala, han habido dictaduras, con la colonización se persiguió la sabiduría plural de mujeres mayas, acusadas de hechicerías y herejes; fueron quemadas cantidad de códices de medicina, de sabidurías plurales, ancestrales y milenarias de los conocimientos en astronomía y astrología. También hubo una guerra contra insurgentes que duró 36 años. Y actualmente seguimos hablando de presos políticos, hermanos y hermanas que hoy están con una privación política de su libertad por la defensa territorial. La cantidad de órdenes de captura es impresionante en este tiempo. En el País Vasco, también ha habido luchas históricas por la defensa del pueblo, se habla de presos políticos, explica Lorena al referirse que la red trabaja en ambos países.
Y no dejemos de hablar de las “Sorginak” (Brujas en Euskera, el idioma ancestral de Euskal Herria), mujeres sabias, que vivían en zonas rurales y que en su mayoría fueron curanderas y parteras, conocedoras de las propiedades medicinales de las plantas, de los ciclos menstruales, de las fases del embarazo e incluso de la influencia de la luna sobre la naturaleza, en este caso, también acusadas de hechiceras y herejes. “La verdad, los pueblos se levantan ante esas formas de opresión”, dijo. Como parte de los compromisos de la red se hacen visitas a la cárcel, buscan acuerpar entre familias desde formas alimentarias, generar apoyos en la economía para la sostenibilidad e incidir para hacer políticas para la defensa de la vida.
Ave fénix
“Para nosotras como mujeres mayas que venimos en un contexto, bastante complejo, de múltiples opresiones coloniales, de la guerra contra insurgente, de racismo y sus formas patriarcales sobre los cuerpos y la tierra ha sido vital acercarnos a tejer una propuesta entre mujeres, desde mujeres mayas y para mujeres mayas y de otros territorios. Para las mujeres que no se nombran feministas, que nunca se van a nombrar feministas, pero que abrazan la propuesta para la sanación haciendo política en la vida cotidiana. Las mujeres indígenas tomamos acciones para no quedarnos en la perpetuidad como víctimas de todos estos sistemas de opresión sobre los cuerpos y sobre la tierra” concientiza. Las mujeres han gestado desde esta territorialidad, la defensa, recuperación y sanación del territorio-cuerpo y territorio-tierra porque con esa consigna nació precisamente la defensa, y la lucha contra las formas de violencia sexual de las historias de mujeres y disputa por el sistema patriarcal. Guatemala ocupa altos índices de violencia sexual en niñas y mujeres y defensoras de territorios. El sistema no contribuye y arrebata la conciencia de nuestra existencia en dignidad para la vida, por eso es clave y vital traer esa memoria de sanación colectiva y personal, “nos gusta mucho hablar de espacios de sanación, de jornadas de dimensiones de conciencia profunda de conciencia espiritual, personal, política y comunal”, agrega. En su idioma maya existe un enunciado que traducido al español significa; “tú soy yo y yo soy tú, sanando tú sano yo, y sanando yo sanas tú, sanamos todas”. La fuerza está en la comunidad para sostenerse y es vital para sanar. También está en la espiritual como medida de protección de todas las mujeres que defienden el territorio. No hablan de resiliencia, ni hablan de autocuidado porque reconocen que esas son otras maneras de acompañar a mujeres en otros contextos, pero cuando son mujeres mayas la sanación viene desde sus propias espiritualidades. Esta es una propuesta que reconoce las formas de opresión sobre los cuerpos de las mujeres porque en las comunidades se hablan idiomas mayas. Las sanciones son caminos que revitalizan las diferentes dimensionalidades de la existencia; física y espiritual. No tener temor ni miedo de decir que duele en el cuerpo, dónde está alojado el dolor, el cansancio, el desgaste y la reconexión. Para las mujeres es vital reconectarse con las fases lunares, con hierbas, con las plantas, con baños y ceremonias; son diferentes maneras de sanación ancestral. Es importante volver a armonizar con las palabras de mujeres para conectarse con las sabidurías plurales para sostenerse en los momentos de crisis muy complejas.
Persecución y acompañamiento
Todas las hermanas están en riesgo político; las defensoras de su territorio, está en inminente riesgo, hay amenaza de muerte, ataques, riesgos de persecución, órdenes de captura incluso hay mujeres que han sido presas políticas y mujeres que han vivido violencia sexual en contexto de defensa territorial. “Como pueblos tenemos una complicidad para la vida y ahí nos reconocemos con los caminos que en los últimos años ha estado haciendo Lagun Artean en el territorio maya k’iche, kaqchikel y tz’utujil acuerpando desde hace muchos años: aportando desde una propuesta del feminismo comunitario territorial y que ha sido abrazada por varias organizaciones mayas como Lanam Soloj Ya, Oxlajuj E´ que es una organización de mujeres kaqchiqueles, la Casa de la Mujer en Sololá, organización Ceiba, entre otras agrupaciones que están encaminando reflexiones, proceso de sanación con dirigentes con mujeres en las comunalidades como seres, todas mujeres mayas. “A eso le llamamos alianzas territoriales para hacer camino de sanación entre pueblos” finaliza.