Los derechos lingüísticos son derechos humanos
Por María Longo
Las calles de las ciudades de Guatemala tienen rótulos informativos en español, al ingresar por las mañanas en instituciones públicas se escucha: “buenos días”, en español. En las radios corporativas, en los canales de televisión abierta, en los murmullos por las calles reina el español. Parece que Guatemala, un país de 14 millones 901 mil 286 habitantes solo habla español, pero no. Tiene 6 millones 207 mil 503 personas que se comunican en idiomas indígenas. En sus hogares, en sus comunidades, con sus vecinos y vecinas hablan en k´iche’, mam, kaqchikel, achí, ixil, q’anjob’al, ch’orti’ o quizá otro de los 22 idiomas mayas.
Guatemala es un país multilingüe, existen 25 idiomas maternos. El español no es el único, hay 22 de origen maya, además del Xinka y el Garífuna. Guatemala es un país donde la información y la comunicación no pueden ser solo en español, es parte de los derechos humanos.
Los derechos lingüísticos son derechos humanos y obligan a reconocer o apoyar el derecho de los pueblos indígenas a utilizar su idioma. El lenguaje es fundamental para la naturaleza humana y la cultura y es una de las más importantes expresiones de la identidad. Por tanto, las cuestiones relativas al lenguaje tienen un contenido especialmente emotivo y significativo para las comunidades que intentan mantener su identidad cultural diferenciada y su identidad como grupo, a veces en condiciones de marginación, exclusión y discriminación. Expone la guía práctica para la aplicación de los derechos lingüísticos de las minorías, creada por las Naciones Unidas.
Los derechos lingüísticos incluyen el acceso a la justicia, a la educación, a los medios de comunicación y a todos los servicios públicos en un idioma que se comprenda. Aunque Guatemala tiene leyes que respaldan este derecho humano, no todas se cumplen y la realidad es distante a las normativas. Por ejemplo, de acuerdo con datos de Unicef: en Guatemala existen 2.8 millones de niñas, niños y adolescentes indígenas, pero menos del 50 % de los docentes bilingües se expresa con fluidez.
Por medio de un comunicado de prensa en agosto de 2020, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) Guatemala expone que de acuerdo con datos del censo 2018, existen 2.8 millones de niñas, niños y adolescentes indígenas en Guatemala; lo que representa el 48 % de la población entre 0 a 17 años. Y a pesar de que 4 de cada 10 estudiantes inscritos en el Ministerio de Educación son indígenas, menos de la mitad de los docentes pueden hablar su idioma con fluidez. Lo que representa una dificultad adicional para el aprendizaje de estas niñas y niños.
Obligados a hablar español
“Los mayas se vieron obligados a aprender español para integrarse en la vida social guatemalteca, para trabajar en las fincas, en las ciudades o comerciar fuera de la comunidad. En la actualidad las comunidades mayas mantienen un alto grado de bilingüismo lengua maya-español, pues adquieren la lengua maya en el núcleo familiar y necesitan aprender español para desenvolverse en la vida diaria”, expone el libro Variedades Lingüísticas y lenguas en contacto en el mundo de habla hispana.
Mientras Guatemala no cumpla con los derechos lingüísticos, millones de personas se ven obligadas a enterrar su idioma materno indígena o a ser bilingües para acceder a otros derechos.