La justicia es ciega y solo habla español
Por Emma Yanneth Gómez Vásquez
Si bien la justicia para las mujeres tiene muchas barreras, para las indígenas más.
Hablar un idioma indígena, querer romper el círculo de violencia, salvar a sus hijos de un entorno violento y denunciar, es difícil para una mujer indígena. La falta de asesoría legal y acompañamiento en los idiomas mayas en Guatemala es una deuda pendiente del Estado hacia las mujeres.
Reyna, de 35 años, de origen maya mam, es madre de dos niños. Está separada del padre de sus hijos, quien se niega a pasarle pensión alimenticia, ella habla poco español, pues su idioma materno es el mam. Buscó asesoría en un bufete popular, pero no pudieron ayudarla. Le explicaron los procesos en español y ella no comprendió todos los trámites, optó por colocar la denuncia en el Ministerio Público (MP) y en el juzgado de Paz de su comunidad, en ambas instituciones tampoco le dieron acompañamiento en mam.
Cada vez que decidía seguir el proceso, recordaba que tenía que hacer un esfuerzo para enfrentar la burocracia y falta de acompañamiento en su idioma. Desde comunidades lejanas, cada día hay una Reyna tratando de ser atendida, acompañada y asesorada en su idioma materno.
De acuerdo con el Observatorio de Mujeres del MP cada día se reciben 185 denuncias por algún tipo de violencia contra las mujeres. En lo que va del año se han registrado 39 mil 413 mujeres agredidas y que han logrado denunciar, sin embargo, se tiene un subregistro de casos. En Quetzaltenango, de cada 10 denuncias; 4 ingresan por el OJ, 4 por el MP y 2 por la PNC.
Según un estudio del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien) en los delitos de violencia contra las mujeres, cuando se logran judicializar, el 80 % de las sentencias son condenatorias.
Foto: Cristina Chiquín
Las mujeres no solo se enfrentan con la limitante del idioma en el tema de justicia, sino en educación, salud, participación política y organización. La abogada de las mujeres achí, Lucía Xijoj, ha reiterado en múltiples ocasiones que uno de las barreras que afectó el proceso de justicia para mujeres achies violadas durante el conflicto armado interno de Guatemala, fue el idioma. Las víctimas no lograban expresarse en español, así que fueron atendidas en idioma materno, sin embargo, pasaron momentos de intimidación por el sistema de justicia que se practica en el país.
Como este caso emblemático existen otros que no han sido mediáticos.
En Totonicapán, por ejemplo, en el Organismo Judicial solo hay dos traductoras del idioma k´iche´, pero el MP no tiene a nadie para la atención de casos en el idioma materno. Ahora que se amplió la cobertura del Ministerio Público (MP) en muchos municipios, todavía no se cuenta con un intérprete para todas las fiscalías.
A pesar de que existe un call center del MP, 1572, exclusivo para atender casos de violencia y desapariciones de mujeres, todavía no está disponible en idiomas mayas.
Activistas y sectores que promueven los derechos de las mujeres coinciden: se debe seguir trabajando para que se fortalezca la justicia especializada, para ampliar cobertura y atención en idiomas mayas. Es urgente y necesaria la implementación de intérpretes en los órganos de justicia, principalmente en el MP y OJ.
Emma es una mujer de origen maya mam, oriunda de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, comunicadora de profesión y periodista por elección.