El aleteo de una mariposa o la Rebelde Primavera
Por Lucía Escobar
Algo cambió en los guatemaltecos en estas jornadas históricas llenas de hermosos actos de rebeldía ciudadana. Cómo el poderoso aleteo de una mariposa, el efecto nos ha sorprendido a todas y todos. Ha sido una cadena de milagros que pierde sus orígenes en el anonimato de los pequeños actos cotidianos e invisibles de los justos.
Voy a empezar este recuento con Claudia, la juez que renunció públicamente a una magistratura porque no hacerlo era validar un sistema perverso que ponía en grave peligro la independencia judicial del país y la esencia de su vocación. Su honorable gesto evidenció la captación de las cortes por las mafias del sistema y prendió la mecha de la indignación ciudadana.
Vimos también a Fausto, el seminarista que cartulina en mano desafió un mitin político de Líder con la convicción de su derecho a expresarse. Esa dignidad contagió a un puñado de jóvenes antigüeños que lograron que Baldizón se retractara de presentarse en la plaza de esa ciudad colonial. No hubo guardaespaldas, chaleco antibalas ni helicóptero capaz de protegerlo de las ideas y el clamor ciudadano expresado en una frase: #NoTeToca.
En San Lucás Tolimán, María no aguantó la hipocresía de los ladrones de siempre y le sacó el dedo medio a un ex Presidente con tal cara dura que después de haber estado preso por ladrón, aun se atreve a soñar con un puesto público.
Personas de todas las edades se organizaron para re dibujar, re colorear y re significar la propaganda de postes y piedras en todo el país.
En Quiché, una humilde señora le gritó genocida al presidente con toda su alma, con todo su dolor acumulado de años.
Sentados en la comodidad de su hogar cientos de guatemaltecos regaron la indignación a través de las redes sociales, intercambiaron información y motivaron a los demás a levantarse para exigir.
Niños que nunca habían ido a la plaza central de su país fueron en familia a gritar contra años de silencio y sumisión.
Jóvenes de universidades privadas recibieron con aplausos y abrazos a sus compañeros de la única universidad pública del país en una marcha histórica.
Un graffitero rebeló el verdadero rostro de dinosaurio, diablo o payaso del candidato que sonríe inexpresivo desde las vallas.
Miguel, un juez da una lección de integridad ligando a proceso y mandando a prisión a la ex vicepresidenta.
Dos mujeres hacen huelga de hambre, miles de guatemaltecos las acompañan.
Una diputada se tomó en serio su trabajo y durmió en el Congreso para empujar un antejuicio.
Cientos de ciudadanos en todo el país se expresaron en las plazas y calles de sus comunidades. Espontáneamente otros recogen la basura que queda de las manifestaciones y regalan agua pura, incluso a los policías.
En el transcurso, entendimos el uso de los hashtag y su capacidad de unirnos en una demanda. Desde #RenunciaYa, #JusticiaYa, #EnEstasCondicionesNoQueremosElecciones y #YoNoTengoPresidente hasta la más bonita de todas, porque realmente no importan los resultados electorales cuando sabemos que #EstoApenasEmpieza.