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Apoyando a la comunidad LGBT+ en Guatemala, un esfuerzo multidimensional

POR JONATHAN LOTT

La discriminación contra miembros de la comunidad LGBTQI+ en Guatemala aún persiste hoy. Actualmente no existen leyes que prohíban la discriminación relacionada con el empleo, la vivienda, la atención médica o la educación por motivos de orientación sexual o identidad de género. Las ONG y las publicaciones de derechos humanos indican que el acoso, el abuso policial, las agresiones y las violaciones “correctivas” todavía victimizan a estas comunidades, y las organizaciones de la sociedad civil informan que las investigaciones sobre estos crímenes a menudo no se llevan a cabo a fondo.

Debido a que la respuesta del gobierno ha sido insuficiente para corregir las leyes desiguales y la violencia estructural, varias ONG de base han tomado medidas para apoyar a las víctimas de violencia y discriminación a nivel local y nacional. Una de estas importantes organizaciones es GAX: Grupo de Apoyo Xela. Al entrar en su quinto año, en 2024, GAX está llevando a cabo un conjunto diverso de esfuerzos para brindar reconocimiento y dignidad a la comunidad LGBTQI+ en Guatemala.

Una de sus iniciativas más importantes es la Justicia Abierta, en la que GAX colabora con otras quince ONG (incluidas Ixoqib’ MIRIAM, CREAR Escuintla, CICAM y FLACSO Guatemala, entre otras) para recopilar y presentar datos gubernamentales sobre amenazas discriminatorias y violencia. Las estadísticas de libre acceso van del 2017 al 2024 e indican incidentes y crímenes de odio contra cuatro comunidades: niños, migrantes, mujeres y la población LGBTQI+. GAX mantiene una base de datos en línea (www.gaxong.gt/justicia-abierta-gax) donde investigadores y trabajadores de derechos humanos pueden acceder a estas cifras de criminalidad.

Sin embargo, debido a que las estadísticas son proporcionadas por el Ministerio Público, no reflejan el alcance de la discriminación contra estos grupos en riesgo. Estos datos no incluyen la discriminación de jure, como negar vivienda en función de la preferencia sexual, que no es un delito en Guatemala. Las estadísticas tampoco contienen delitos que, por cualquier motivo, no se denuncian ni se introducen en las bases de datos de la policía.

Los datos son un primer paso esencial para la concientización y la acción, ya que establecen los hechos que pueden disponer el contexto para el cambio. Leonardo Ortega, director de GAX, explica que la recopilación de datos completos y precisos es en sí misma, parte del sistema de justicia. “La falta de voluntad política por parte del gobierno, al no tener un registro de datos adecuado y reconocer adecuadamente las orientaciones sexuales y las identidades de género es un ejemplo de una deuda existente hacia la comunidad LGBTIQ+”, dice Ortega.

GAX también lidera los esfuerzos para deshacer la discriminación laboral en Quetzaltenango. Su programa “Inclusión, Equidad y Oportunidad” organiza ferias laborales que conectan a trabajadores LGBTQI+ con empresas comprometidas para mantener una fuerza laboral libre de discriminación sexual y de género. También realizan talleres gratuitos sobre currículums, consultoría laboral y albergan una lista de ofertas de trabajo. A través de este programa, muchas personas han conseguido empleos que les permiten trabajar con dignidad y superar la discriminación institucional.

Ortega comparte la historia de un joven que encontró trabajo a través de GAX. Obligado a abandonar su hogar cuando aún era un niño, llegó a Quetzaltenango, donde recibió el apoyo de GAX y CRISTOSAL, otra ONG de derechos humanos. A través de esta asociación, este joven comenzó a trabajar en un restaurante y pronto fue ascendido a gerente de eventos. Su historia es una de muchas.

Construir un país libre de discriminación también requiere una transformación de actitudes tanto a nivel local como nacional. Con este fin, brindan capacitación sobre salud sexual, prevención de la violencia, concientización sobre el VIH y derechos humanos en Xela y otras partes del departamento de Quetzaltenango. También mantienen un centro de pruebas de VIH y brindan apoyo legal, financiero y psicológico a las víctimas LGBTQI+.

Para lograr cambios también es necesario aumentar la conciencia política sobre estas barreras estructurales. Abogan por políticas que apoyen la no discriminación y el respeto en Guatemala a través de campañas en las redes sociales, talleres contra el acoso escolar, extensión comunitaria y educación en derechos humanos.

“En Guatemala el estigma y la discriminación hacia la comunidad LGBTIQ+ son evidentes todos los días, debido a la falta de información y conocimiento sobre derechos humanos. La LGBTIQfobia está presente actualmente en todos los sectores del país”, afirma Ortega. Como muchas organizaciones sin fines de lucro que trabajan para mejorar los derechos humanos, GAX ha enfrentado obstáculos por parte de tomadores de decisiones públicos y privados y en la implementación de sus talleres educativos.

Grupo de Apoyo Xela (www.gaxong.gt) aspira a ser una de las ONG comunitarias más grandes de Guatemala, promoviendo y protegiendo los derechos de los jóvenes y la comunidad LGBTQI+. “Seguimos trabajando en alianzas interinstitucionales, estratégicas y en la construcción de redes de jóvenes voluntarios”, explica Ortega. “Reconocemos la importancia del involucramiento de las nuevas generaciones para lograr estos cambios significativos, para que todas las personas puedan expresar libremente su identidad completa. Es su futuro”.
Jonathan es un educador de los Estados Unidos con varios años de experiencia en la docencia para estudiantes (adolescentes y adultos jóvenes). Está terminando su maestría en derechos humanos internacionales y derecho humanitario en la Universidad Viadrina en Alemania.