La respuesta de la sociedad ante el Covid-19
Por: Pigmalión GT
La situación que estamos viviendo nos ha transformado de muchas formas. El temor o la indiferencia que podemos tener en situaciones como ésta pueden llegar a marcar nuestra vida. Cada familia se ha visto afectada de diferentes formas; económica, moral, física y socialmente; pero, ¿qué sucede cuando un familiar, o nosotros mismos contraemos el virus? La vida cambia y la ansiedad se presenta en nuestra mente; pasamos por etapas de confusión, estrés y desconsuelo. Ya sea que nuestros seres queridos estén hospitalizados lejos de nosotros o permanezcan en casa en cuarentena, nuestra perspectiva cambia y nuestro estado de ánimo se va deteriorando con el paso de los días, y al cabo de semanas se presentan consecuencias acumuladas por el encierro.
De la misma manera, se desarrolla un sentimiento de miedo e inseguridad tanto por nuestros familiares como por nosotros mismos. Debido al desconocimiento de la enfermedad, la falta de atención médica o a la escasa o nula información que podemos tener de nuestros familiares hospitalizados, se genera una gran frustración. También están aquellas personas que han sufrido la pérdida de familiares o amigos por el covid-19 y han tenido que lidiar con todos estos sentimientos por la situación vivida con sus familiares. Mantenernos informados hace que estemos más preparados, conocer acerca del estado de nuestro o nuestra familiar por cualquier medio, brinda calma y nos permite comprender un poco más a fondo la situación, además de ayudarnos a no aislarnos.
Constantemente, se habla sobre los diferentes tratamientos y formas de enfrentar al virus, así como mecanismos para protegernos; pero también se conoce más acerca de las secuelas en pacientes. Muchos especialistas en el área de la salud, brindan experiencias, consejos y herramientas para afrontar la pandemia. Nuestra actitud ha ido cambiando debido a la nueva información adquirida periódicamente. Las perspectivas dependen mucho de nuestro entorno, núcleo familiar, actitudes y la información a la que estamos expuestos. Las personas pueden encontrar un punto en el cual la aceptación y protección puede mantenerlos a salvo, sin caer en el pánico. Por el contrario, si las personas se mantienen en negación permanente, llegan a la despreocupación excesiva y se ponen en riesgo a sí mismos y a quienes se encuentran a su alrededor.
Cuando el ambiente donde nos encontremos (familia, comunidad, barrios o ciertas zonas compartidas con otras personas) se vuelve tenso, la desconfianza de comunicar si un familiar se encuentra enfermo aumenta desproporcionadamente porque se percibe la discriminación hacia las personas enfermas, llegando a casos extremos en donde se manifiestan ataques brutales, daños a propiedades, insultos y amenazas. Ante ello, cabe hacerse la pregunta ¿cómo podemos mostrar actitudes más empáticas hacia los demás? Ponernos en la posición del otro, imaginando las diferentes situaciones que viven, suele ser complicado, porque nos sentimos vulnerables. Uno de los obstáculos más grandes que podemos encontrar es el miedo a contraer la enfermedad, lo cual se agrava por la complicada situación de los sistemas de salud, saturados o sin recursos, lo que nos brinda pronósticos poco alentadores. Esta vulnerabilidad provoca que haya poco apoyo hacia quienes tienen el virus y hacia sus familias.
Incluso para aquellos que han perdido familiares por otras causas, el contexto actual no ha permitido que su proceso de duelo se realice de la misma forma, ya que todo se ha vuelto más complejo. Bajo las medidas de distanciamiento social, el contacto físico ha quedado en segundo plano y para una sociedad como la nuestra, acostumbrada a brindar apoyo a través de abrazos y cercanía, sólo queda demostrarlo a través de gestos y palabras amables. Por eso, es importante permanecer unidos ante esta situación, el estar aislados no debe ser sinónimo de distanciamiento emocional. Brindar apoyo y comunicación constante a quienes se están enfrentando a esta situación y sus familias nos mantendrá fuertes a todos y nos permitirá superar no sólo la situación actual, sino otras situaciones similares que en el futuro se presenten.
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