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Mujeres motores de cambio

POR EMMA GÓMEZ

Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Guatemala somos alrededor de 17 millones 843 mil 132 habitantes, la gran mayoría somos mujeres; 9 millones 065 mil 753, es decir el 50.8% de la población. Sin embargo, la brecha de desigualdad todavía es abismal.

Para lograr y aportar al desarrollo de las mujeres existen varias organizaciones que aportan desde la colectividad. Las acciones y proyectos son fundamentales para promover la equidad de género, el empoderamiento y el desarrollo sostenible en estas comunidades.

En este artículo conoceremos el trabajo de dos organizaciones; Mancomunidad Tzolojya y Oxlajuj E, que con apoyo de Lagun Artean, unen esfuerzos para lograr cambios.

La inclusión de mujeres en el ámbito económico, político y social es clave para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida en las sociedades, contribuyendo de manera directa al desarrollo sostenible.

Mónica Tojil, comunicadora de la Mancomunidad Tzolojya, explicó que su organización es una mancomunidad integrada por los municipios de Santa Lucía Utatlán, Nahualá y San José Chacayá del departamento de Sololá. Los proyectos van encaminados al desarrollo local integral, el fortalecimiento institucional y enfoque de derechos humanos que principalmente se trabaja con alianza de las municipalidades.

Uno de sus principales enfoques está en las escuelas de tejido y bordado que llegan a las diferentes comunidades de los municipios mancomunados para el rescate de las técnicas ancestrales, la indumentaria como elemento de reivindicación de los pueblos originarios realizadas por las mujeres.

Aunado, al rescate de las técnicas de bordado y tejido también se fortalecen las capacidades empresariales de las mujeres para su autonomía, para que puedan emprender sus negocios con las prendas realizadas y otras propuestas que surjan, esto coadyuva al empoderamiento económico, así como a los derechos humanos, ya que conjuntamente al proceso formativo reciben información sobre sus derechos, indicó.

En cuanto al fortalecimiento institucional y a la creación planes comunitarios de desarrollo, se incluye principalmente a las mujeres como actoras activas para que ellas aporten a la planificación de programas y acciones para su propio desarrollo; en cuanto a su participación ciudadana se promueve la inclusión de sus opiniones, ideas y formación hasta la toma de decisiones en sus comunidades. También este año se planificó un diplomado donde participaron principalmente las Direcciones Municipales de la Mujer y distintas entidades municipales en las que se proporcionó formación en cuanto estrategias para la prevención de violencia de las mujeres, además se fortalecieron las rutas de denuncia y el acompañamiento a mujeres víctimas de violencia con lo cual, las direcciones municipales de mujer pueden referir de mejor forma.

Formación y promoción

Por su parte, Mercy Caniz, de la Asociación de Mujeres Mayas Oxlajuj E, asegura que se han enfocado en la incidencia política de las mujeres, formando a mujeres a través de talleres teóricos prácticos para que reconozcan sus derechos; como asociación contamos con una escuela de formación política hace más de tres años, la cual consiste en formar a mujeres lideresas de las comunidades de Sololá, el programa contiene fases y módulos que se enfocan en los temas de derechos humanos de las mujeres y violencia de género, la participación ciudadana desde la equidad en la toma de decisiones, transparencia de los procesos, acceso a la información pública y leyes relacionadas con la participación ciudadana.

En la organización se forman a las mujeres jóvenes y adultas en temas de comunicación alternativa para la incidencia, han participado en talleres de fotografía básica, soberanía audiovisual, cine, formación radial y podcast, así como también una formación en la toma de videos desde las herramientas que tenemos a nuestro alcance como es el teléfono móvil. Esto para que cada una de ellas puedan ser la portavoz y multiplicadora de los conocimientos con grupos de sus comunidades, comenta Caniz. Las luchas son constantes, impulsamos talleres a favor de la iniciativa de ley 5052 LEYDEM, ley de desarrollo económico de las mujeres, para ser reconocidas en la economía Solidaria, desde el trabajo que realizan en el campo o el hogar, generando fuentes de ingreso de su propio trabajo, enfatizó.

Salud y madre tierra

Se cuenta con tres redes; red de amaranto, red de semillas y red de plantas medicinales. Las comunidades se distribuyen en estas tres redes, en las que se integran productoras para sembrar amaranto, rescatar y resguardar las semillas criollas y nativas y recuperar prácticas ancestrales desde las plantas medicinales utilizando abonos orgánicos, conocimientos transgeneracionales de nuestros abuelos y abuelas.

Entre los cambios que resaltan está, que las mujeres reconocen las entidades de apoyo en caso de ser violentadas, se han empoderado y son lideresas de sus comunidades, forman parte del COCODE, se cuenta con comisiones de la mujer activas a favor de la justicia social y tienen parcelas familiares donde ponen en práctica la agroecológicas que contribuye a la soberanía alimentaria.

El liderazgo se obtiene durante la participación en diversos espacios, para luego empoderarse y tomar decisiones desde sus comunidades, esto motiva a las demás mujeres a seguir exigiendo los derechos que les corresponden y evitar la vulneración de los mismos. Las participantes forman parte de las socias activas de Oxlajuj E, permaneciendo activas a través del monitoreo comunitario.

Entre las acciones se que han logrado con la Mancomunidad están; Mujeres participando, mujeres actuando: espacios libres de violencia, donde dialogan, se desestresan, aprenden a crear prendas en la Escuelas de tejido y bordado con técnicas ancestrales de las abuelas y abuelos. Lo que ha ayudado a preservar la indumentaria y heredar los conocimientos a las más jóvenes. Se han fortalecido las capacidades de las mujeres en cuanto a sus derechos humanos, lo que permite que ellas empiecen a participar en otras acciones en su comunidad.

Se ha enfatizado la importancia del rol de la mujer para su inclusión la elaboración de planes y programas de desarrollo local y en la toma de decisiones, logrando que se plantee tomar en cuenta las necesidades y prioridades de las mujeres en los procesos que promueven el desarrollo social en los territorios ante tomadores de decisiones.

Por lo que en las sesiones se ve participando y opinando a mujeres. Escuela de Masculinidades del Lago de Atitlán. En cuanto a la Escuela de Masculinidades se ha conformado en dos años varias cohortes, se han fortalecido capacidades en hombres y mujeres de organizaciones del territorio para que se conviertan en aliadas y aliados, quienes ya tienen las capacidades de abordar el tema de masculinidades en la construcción de justicia de género e incidir desde sus comunidades como agentes de cambio, desde lo cotidiano, en comunidad y a nivel organizativo.

Las y los participantes han enfatizado que cuestionar el sistema hegemónico contribuye a la deconstrucción de ideas y prácticas que se realizan en la cotidianidad y que afectan su relación entre hombres y mujeres, por lo cual manifestaron la necesidad de realizar cambios personales en el hogar y en lo comunitario con diferentes estrategias, como la replicación de información brindada. De hecho, varios aliados de la cohorte del año pasado realizaron diversas actividades de sensibilización sobre el tema, por parte de la organización de la mancomunidad.

Por eso, se continúan fortaleciendo las capacidades y el involucramiento a través de procesos formativos de diferentes temáticas, para que los participantes puedan asumir su rol de liderazgo para incidir positivamente desde sus comunidades.