¡Hasta pronto!
Observar los cuadros con diferentes portadas de la Revista EntreMundos, colgados en las paredes de la sede de nuestra organización, me hace sentir nostalgia y al mismo tiempo, satisfacción. Esas portadas representan 5 años de trabajo durante los cuales he tenido el honor, la alegría y la suerte de haber dirigido esta revista. Ésta es mi última edición como editora y coordinadora del programa de comunicación de EntreMundos y por esta razón, me tomo la libertad de escribirles unas palabras.
¿Cómo empezar a contarles lo mucho que este tiempo en EntreMundos significa para mí? Quizás volviendo atrás en el tiempo, cuando antes de ser editora, colaboré con un primer artículo para esta revista, hace 10 años. Recuerdo lo orgullosa que me sentí al ver mi publicación en papel (y sonrío mientras escribo esto) porque no tenía idea que a partir de esa experiencia y 5 años más tarde, me convertiría en parte de la familia EntreMundos.
La elaboración de las primeras ediciones fue toda una aventura. No sólo porque eran mis primeras experiencias en comunicación sino porque el trabajo me permitió desde el principio desarrollar mi creatividad y tener la libertad de elegir un tema para cada una de las 30 ediciones que elaboré. Por supuesto que cada uno de estos números, no hubiera sido posible sin el apoyo de escritores, fotógrafos, caricaturistas, traductores, otros voluntarios y el equipo de EntreMundos, que estuvieron allí siempre para construir cada revista.
La edición de aniversario para conmemorar las 100 ediciones de EntreMundos, nos permitió organizar talleres para la comunidad, los cuales fueron todo un éxito. Uno de mis favoritos fue el taller ¿Cómo escribir poesía?, el cual se convirtió en un espacio tan emotivo que varios de los y las asistentes enjuagamos unas cuantas lágrimas durante su desarrollo. Además, recuerdo un cine foro sobre la intervención de la United Fruit Company en Guatemala, en donde obtuvimos una numerosa asistencia y un diálogo muy rico y sano.
Con mucha ilusión, preparamos también una edición sobre el tema de la no violencia contra la mujer, organizando un concurso para publicar los relatos de mujeres sobrevivientes de violencia, a quienes premiamos por su valentía al contar sus historias. Asimismo, preparamos recientemente la edición de aniversario de los 20 años de EntreMundos, recibiendo cartas de nuestros lectores que nos confirmaron que el trabajo que hacemos es importante, lo cual nos motivó a seguir adelante.
Mi sorpresa siempre era grata cuando caminaba de un lugar a otro para repartir revistas y en ciertas ocasiones, algunas personas que reconocían la portada de EntreMundos me pedían obsequiarle uno o más ejemplares. A pesar de todos estos buenos recuerdos, también hubo momentos duros. Con la llegada de la pandemia, nuestra organización se vio muy afectada, pues la impresión de la revista depende en gran parte de negocios locales que se anuncian en la revista, huéspedes (estudiantes de español, viajeros o turistas) que se alojan en nuestras instalaciones y de otras actividades que fueron suspendidas.
En los últimos años, hemos tenido que trabajar muy duro para continuar publicando la revista en papel, porque la transición digital avanza cada vez más y aunque permite llegar a más personas, es importante considerar que en Guatemala no todos tienen acceso a la tecnología. Por eso quiero agradecer a todos aquellos que nos tendieron la mano en los momentos más difíciles. Nunca olvidaré el nombre de quienes nos ayudaron con donaciones individuales para apoyar la impresión, o quienes nos donaron su tiempo y trabajo para apoyar las actividades de la revista.
En estos últimos años, la revista evolucionó a un programa de comunicación, al agregar nuestro sitio en línea y nuestro proyecto de podcasts (ambos creados por voluntarios). Estoy contenta por haber encontrado en el camino a personas aliadas para el trabajo que hacemos y por haber hecho amigos y amigas. Estoy agradecida con mi equipo por compartir estos años de esfuerzo y trabajo en conjunto, y también por su cariño. Estoy en deuda con EntreMundos por haber sido mi casa durante 5 años, por ser parte importante de mi desarrollo profesional y personal, pero sobre todo por el esfuerzo que hace por apoyar a la comunidad y las organizaciones dedicadas al desarrollo de Guatemala.
No se puede dejar fácilmente los lugares donde uno ha sido feliz, así que, espero seguir aportando a la revista EntreMundos tras bambalinas.
¡Muchas gracias por todo!