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Derechos sexuales y reproductivos; tema pendiente en Guatemala

POR EMMA GÓMEZ

Según La Organización de las Naciones Unidas de los Derechos Humanos, (ONU-DH), los derechos sexuales y reproductivos están relacionados con la libertad de las personas a decidir sobre su sexualidad y el ejercicio libre de la misma.

Algunos derechos pueden ser; ejercer la sexualidad de manera independiente de la reproducción, estar libre de discriminación, presión o violencia en nuestras vidas sexuales y en las decisiones sexuales, contar con acceso a educación sexual (y afectiva) desde temprana edad dirigida al desarrollo de la persona y el ejercicio responsable de la sexualidad en forma plena, libre e informada y tener acceso a servicios médicos de calidad, adecuada y digna para la salud.

Y para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), por sus siglas en inglés, una buena salud sexual y reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo. Para mantener la salud sexual y reproductiva, las personas necesitan tener acceso a información veraz y a un método anticonceptivo de su elección que sea seguro, eficaz, asequible y aceptable. Deben estar informadas y empoderadas para autoprotegerse de las infecciones de transmisión sexual. Y cuando decidan tener hijos, las mujeres deben poder recibir atención de profesionales sanitarios expertos y deben disponer de acceso a servicios que las ayuden a tener un embarazo adecuado, un parto sin riesgo y un bebé sano, y a pesar que Guatemala ha firmado convenios internacionales, este tema todavía es algo que está pendiente.

Sin datos

Mónica Tojil, comunicadora de la Mancomunidad Tzolojya, que trabaja con mujeres en las comunidades de Sololá, en conjunto con la organización Lagun Artean, del País Vasco, indica que generan espacios formativos, talleres, jornadas médicas para brindar información sobre el tema.

Por el momento se está realizando un diagnóstico de salud, para tener base datos sobre las principales patologías de las mujeres en los municipios de San José Chacayá, Santa Lucía Utatlán y Nahualá. Aparte, en los proyectos el eje transversal son los derechos de las mujeres, lo cual indirectamente es parte del empoderamiento, sin embargo, no se aborda en específico por ser un tema tabú.

Las organizaciones de sociedad civil han logrado generar metodologías para llegar con información del tema a las mujeres. En las comunidades se lleva la información a través de las Escuelas de Tejido y Bordado en donde paralelamente a la orientación de las técnicas y prácticas del tejido también se les brinda capacitación sobre sus derechos como parte del empoderamiento, sin embargo, el tema de derechos sexuales y reproductivos no es una temática que se aborde continuamente o de forma profunda, pero ya se tienen algunas iniciativas.

A pesar que las organizaciones internacionales refieren que uno de los logros importantes de las mujeres indígenas en los últimos años a nivel internacional, regional y nacional, ha sido el posicionamiento de la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres indígenas como asuntos prioritarios. Estos temas reflejan muchas de las inequidades que viven las mujeres indígenas, especialmente por la estrecha relación que, junto con salud materna y neonatal, tienen con los otros derechos.

En cuanto al impacto que han notado en el abordaje del tema, Tojil, indica que desde el aspecto personal los derechos sexuales y reproductivos tienen un impacto favorable en cuanto a la salud de las mujeres, estabilidad emocional y económica de los hogares, el reconocimiento de que el cuerpo de las mujeres también es un territorio en el cual cada una tiene la opción de decidir su maternidad.

Con las intervenciones que tienen en las comunidades las mujeres se vuelven dueñas de sus propias decisiones y se
generan acciones con igualdad de oportunidades a través del ejercicio pleno de sus derechos humanos, son capaces y autosuficientes de manera económica y emocional, esto conlleva a tomar decisiones sobre la cantidad de hijos e hijas que quieren tener, por ejemplo.

Para lograr llegar a las mujeres rurales e indígenas se generan espacios formativos, talleres, jornadas médicas para brindar información sobre el tema. Hacen alianzas con las autoridades locales para tener mejor aceptación, como el caso de las autoridades municipales de San José Chacayá, Santa Lucía Utatlán y Nahualá donde se tiene intervención.

Retos
El desafío sobre el tema de los derechos sexuales y reproductivos, son los tabúes que limitan el abordaje en las jornadas médicas y el acceso a los métodos anticonceptivos por desconocimiento, indica la comunicadora.

Las mujeres en Guatemala, especialmente las de áreas rurales e indígenas, han enfrentado durante mucho tiempo desafíos significativos en relación con sus derechos sexuales y reproductivos. La falta de acceso a servicios de salud adecuados, la escasez de información y educación, y las barreras culturales han limitado su capacidad para tomar decisiones sobre su propia salud. En este contexto, es fundamental abogar por la igualdad de acceso a los servicios públicos de salud, así como por una mayor inversión por parte del gobierno para garantizar que todas las mujeres, sin importar su ubicación geográfica, tengan la posibilidad de ejercer sus derechos de manera plena y sin discriminación.

Esta situación es más grave en los países en desarrollo, donde los problemas relacionados con la salud sexual y reproductiva son una de las principales causas de mala salud y muerte entre las mujeres y las niñas en edad fértil. Las mujeres empobrecidas sufren de forma desproporcionada embarazos no intencionales, abortos en condiciones de riesgo, mortalidad y discapacidad maternas, infecciones de transmisión sexual (ITS), violencia de género y otros problemas relacionados con el embarazo y el parto, de acuerdo con la (UNFPA).

En una investigación reciente publicada por Agencia Ocote, en una década, de 2013 a 2022, en Guatemala murieron 4 mil 257 mujeres por alguna causa relacionada al embarazo, parto o postparto. En promedio, una cada 21 horas.

En este reportaje, Deysee Cotom Ixcot, coordinadora del Consejo Directivo Nacional de la Asociación Política de Mujeres Mayas Moloj, opinó que “el tener acceso a más niveles de educación ayuda a que las mujeres tengan un desarrollo y crecimiento profesional y económico que se relaciona con prevenir las muertes maternas. Porque si una mujer vive en pobreza y no está bien alimentada, cómo va a sostener otra vida”.

Acceso equitativo a servicios de salud

El acceso a servicios de salud de calidad es fundamental para garantizar que todas las mujeres, independientemente de su ubicación geográfica, tengan la posibilidad de acceder a la atención médica que necesitan. En áreas rurales de Guatemala, la falta de infraestructura de salud adecuada y la escasez de personal capacitado han sido barreras significativas para las mujeres que buscan atención médica relacionada con su salud sexual y reproductiva.

Las mujeres indígenas, en particular, han enfrentado dificultades adicionales para acceder a servicios de salud culturalmente sensibles que respeten sus tradiciones y valores. Es fundamental que se implementen políticas y programas que aborden estas barreras y promuevan la equidad en el acceso a la atención médica para todas las mujeres en Guatemala.

Esperamos que más mujeres día a día sean capaces de conocer y exigir sus derechos, así como que tomadores y tomadoras de decisiones puedan invertir en temas de derechos de las mujeres y su empoderamiento, y que el eje de equidad de género se vuelva transversal en todos los proyectos de las municipalidades con las que se coordina, enfatiza Tojil.