Defendiendo el parque urbano Selva Maya, Petén
Christian Chacón Gallardo
La defensa del territorio es una necesidad que surge desde el colonialismo y sus consecuencias. La colonización ha jugado un papel importante en la distribución y uso de la tierra, ha difundido una cosmovisión y prácticas que ignoran las relaciones vitales entre las personas y la naturaleza. Si bien, en un principio, el colonialismo utilizó mayoritariamente la violencia directa para privatizar tierras comunales, la estrategia poscolonial creó una estructura institucionalizada que justifica, legitima y oculta los mecanismos violentos de apropiación de las tierras por parte de grupos hegemónicos.
Independientemente de la estrategia utilizada, el colonialismo ha construido un legado de genocidio, destrucción ecológica y deshumanización, basado en el despojo de tierras y la explotación de personas que afecta de formas diferentes a la población. ¿Cómo afecta esta realidad a las mujeres?, los datos disponibles evidencian el impacto negativo de este modelo de explotación de los recursos naturales en las condiciones de vida de las mujeres, el aumento de la desigualdad de género, discriminación, y la restricción al acceso a recursos como la tierra, la tecnología, los servicios financieros y la educación .
Estas dinámicas globales ocurren a nivel local, como en el parque urbano Selva Maya, ubicado entre las Colonias: La Primavera, La Moderna y Nueva Santa Elena, en Flores, Petén. El parque Selva Maya fue declarado reserva natural por la municipalidad en el 2019 para prevenir la explotación minera en un área de gran diversidad biológica. Sin embargo, la pandemia detuvo el proceso administrativo y a la fecha no existe respaldo legal del acuerdo municipal, por lo que la amenaza a los recursos naturales del lugar sigue vigente.
“Mujer y niña, sanas y empoderadas”
Ante esto, y conscientes del rol clave de la mujer en la defensa del territorio, Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (FUNDAECO), a través de su programa “Mujer y niña, sanas y empoderadas”, y el Instituto de Acción Creativa, implementaron una Práctica de Defensoría Creativa. Estas prácticas buscan fortalecer conexiones entre personas y medio ambiente, a partir de las experiencias y conocimientos de las comunidades involucradas y mediante el uso creativo de las artes como herramienta metodológica.
Implementando actividades como Paisaje sonoro colectivo, Máscara del propósito, Imágenes en la pared y otras dinámicas lúdicas, se analizaron causas e impactos de la problemática ambiental y las posibles acciones y compromisos que el grupo puede asumir en favor de la defensa del territorio. Asimismo, durante una visita al parque, hablamos del potencial ecoturístico del lugar y se conocieron planes en favor de la biodiversidad del parque.
Con el acompañamiento del artista Josué Reyes, el grupo eligió los mensajes centrales del proyecto de arte comunitario y definió la intervención pública teatral y el desfile como medios de expresión.
Se acordó que la presentación resaltaría los ciclos y las interconexiones de la naturaleza, representados simbólicamente en la transición del día y la noche, los movimientos de los polinizadores y sus interacciones con otros seres.
La obra fue presentada en la isla para posteriormente realizar desfiles lúdicos en las principales calles de las comunidades, donde se habló de la importancia ecológica de las reservas naturales y se visibilizó el rol de liderazgo que las mujeres ejercen en la defensa del territorio.
Al final del proyecto, el grupo resaltó que al conservar el parque Selva Maya surgen posibilidades de promover educación ambiental y generar empleos, fortaleciendo los recursos técnicos y económicos de las mujeres y niñas del lugar. De igual forma, el equipo resaltó que este tipo de metodologías, al surgir desde el diálogo, la reflexión y el compromiso de quienes participan, favorece a que se generen acciones en favor de la población y su entorno.
Christian Chacón Gallardo, Coordinador de Proyectos de Campo, Instituto de Acción Creativa.
