Rescatando a las abejas en Guatemala
Por: Yessica Pastor
El imprescindible papel que desempeñan las abejas en el mantenimiento de los ecosistemas, es un tema que en Guatemala ha sido investigado y estudiado en los últimos diez años, llamando la atención tanto de biólogos como de estudiosos de distintas materias. Las abejas, conocidas sobre todo por la producción de miel y la fabricación de otros productos como ceras y propóleos, realizan además de ello un increíble aporte a la humanidad ya que sin ellas, no sería posible la polinización de diversas plantas y cultivos, conservando con ello distintas especies vegetales y por lo tanto también animales.
De acuerdo a la Dirección General de Investigación –DIGI–, de la Universidad San Carlos de Guatemala, en nuestro país existe una amplia variedad de abejas nativas que desempeñan una importante función polinizadora, reconociéndose la presencia de 33 especies diferentes entre las que se encuentran las del género Melipona conocidas comúnmente como abejas sin aguijón. Estas abejas se distribuyen exclusivamente en las regiones tropicales y subtropicales de América y al igual que las abejas de miel (Apis mellíferas) son las únicas que poseen un comportamiento social. Según estudios realizados por el Colegio de la Frontera Sur y la Universidad Autónoma de Yucatán, la meliponicultura (crianza y manejo de abejas sin aguijón) es una actividad realizada por las poblaciones indígenas mesoamericanas desde tiempos prehispánicos. Existen también estudios que indican que la principal abeja nativa de estas regiones fue la Melipona beecheii productora de la miel blanca. Hoy en día, esta especie aún es criada principalmente en los departamentos de Santa Rosa y Chiquimula, atribuyéndole propiedades medicinales para combatir diferentes enfermedades.
Aunque en la actualidad la meliponicultura es una actividad poco desarrollada en Guatemala, existen algunas iniciativas como la de la Asociación Civil Comercializadora Maya Alternativa –COMAL- del municipio de Huehuetenango que buscan rescatar esta práctica. De acuerdo a Armando Hernández, técnico apicultor de esta asociación, COMAL inició con su pequeño proyecto de producción de miel con Apis mellíferas en el año 2012. Posteriormente, el proyecto fue creciendo hasta alcanzar un total de 76 asociados quienes son residentes de los municipios de La Democracia, San Pedro Necta, La Libertad, Colotenango, San Antonio Huista y Santiago Chimaltenango.
En el 2015 surgió en COMAL el proyecto de rescate de abejas nativas, brindando inicialmente información a los productores sobre la importancia de la recuperación de esta especie. A principios del 2016, COMAL presentó al Programa de Subvenciones paraPequeños Proyectos de EntreMundos su propuesta de “Rescate de abejas nativas”. Este proyecto fue aprobado y actualmente avanza con la instalación de 36 cajas de abejas meliponas en 6 diferentes municipios de Huehuetenango. De acuerdo a los técnicos de COMAL el manejo de las meliponas es mucho más fácil que el de las abejas melíferas y esperan pronto poder comercializar la miel, ya que ésta es muy apreciada por sus propiedades terapéuticas. En el 2009 Guatemala fue la sede del IV Congreso Mesoamericano sobre Abejas Nativas en donde se destacó la importancia de las abejas meliponas en los rituales mayas, así como el enfoque sagrado que hasta nuestros días continúa representando fuerza y bienestar. Para la gente de COMAL la miel tiene un poder regenerador, capaz de restablecer no sólo aspectos físicos sino hasta la armonía espiritual de los seres humanos. Ante esto decimos ¡adelante COMAL, continúen endulzando el paladar y el espíritu de Guatemala!