Historia Corta: “Miguel de Los Ángeles”
RIDER es una red juvenil que busca formar y fortalecer las capacidades de jóvenes líderes creando espacios de participación en plataformas relevantes. RIDER es una iniciativa de jóvenes en la región del Occidente del país. RIDER trabaja sobre los ejes de participación ciudadana, emprendimiento, educación, y género e inclusión social. Integra a jóvenes líderes de asociaciones, colectivos y organizaciones que operan en el Occidente de Guatemala. Los miembros de RIDER son jóvenes especializados en varias ramas, que comparten un objetivo y visión en común, el buscar mayor representatividad y oportunidades para la juventud del país. Puede buscar a RIDER en facebook como @RIDERxela o escribirles al correo electrónico: redporeldesarrolloregional@gmail.com
Recientemente, RIDER organizó el concurso: «Jóvenes Escribiendo El Futuro» con la finalidad de proporcionar a los y las jóvenes un espacio de expresión a través de la escritura. Los y las participantes escriben composiciones por medio de la investigación, análisis y reflexión sobre temas coyunturales e históricos en nuestro país. En RIDER creemos que es esencial que las juventudes conozcan nuestra realidad e historia para poder moldear un mejor futuro. La Primera Edición del Concurso Jóvenes Escribiendo el Futuro se tituló #HablemosDeRevolución, para conmemorar el aniversario de la Revolución de 1944 y realzar un análisis de los logros de la Primavera Democrática en Guatemala. Esta edición contó con la participación de 57 jóvenes autores originarios de 10 departamentos del Occidente, Norte y Sur del país. Aquí les presentamos el relato de una de las ganadoras.
Historia Corta: “Miguel de Los Ángeles”
Por Dinora Centes
Sus pies tocaron el agua. Sentado, mientras tomaba un descanso y se refrescaba en un restante de lluvia estancado, pensaba, no, ya no pensaba, el sol de mediodía lo había derrotado, ahora sólo quería volver por donde había llegado, pero era demasiado lejos y la cabecera departamental también. No tenía escape, no encontró hacia dónde ir, mejor siguió.
A lo lejos vio llegar al grupo de patrulleros de siempre, no los saludó, cuando sintió tenía la cara hundida en el suelo y no pudo hablar, el aire dejó de llegar a sus pulmones.
– ¿A qué viene y por qué cruza a esta hora?
No respondió, no podía.
– Échenlo al carro, este se va nuevo, después averiguamos.
Seguía tumbado en el suelo, cuando dos hombres grandotes lo levantaron por las piernas y lo aventaron a un carro viejo y polvoriento, repleto de otros hombres, que, como él, llevaban al sol inscrito en la piel. No se quejó, no podía llorar tampoco. No sabía que las lágrimas eran derecho de cualquier lengua. Tenía los pies dormidos, descalzos, fríos, por un momento pensó que tal vez los había perdido. Dentro de dos horas María va a ser feliz, va a recibir al niño, después nada, ni felicidad, ni sueño, hambre y guerra, la política del gobierno.
– ¿Cómo te llamás?
¿Qué vas a responder, Miguel de los Ángeles? ¿Que saliste de tu casa para buscar a la comadrona, pero que llegó ella a tu casa antes que vos? Nada, no podés Miguelito, en primera, porque nadie te va a creer y después, porque no sabés hablar. Bueno, sí sabés, pero no podés aquí, Miguelito, es la tierra del hombre blanco y su autoridá. Tu autoridá está allá, en el cerro, en la milpa y según el padrecito, ojalá, recemos a dios todopoderoso, en el cielo. Sí, Miguel, pero ¿de qué te va a servir el cielo ahorita?
– Déjalo, tal vez es mudo, ¿sos mudo?
— Dinora Centes es una joven activista originaria del departamento de Guatemala, con estudios finalizados en la carrera de Sociología en la Universidad de San Carlos de Guatemala, es una hábida lectora y escritora. Actualmente participa en la Colectiva Popular y Feminista -MALVA-. Esta comprometida con la educación y formación de niñas y mujeres del país, para construir un país más solidario e incluyente.