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Oportunidades del turismo comunitario

POR DORIS EUGENIA MARTÍNEZ MELGAR

El tema de turismo comunitario en el país está tomando auge. En la edición anterior resaltamos que Guatemala ocupa un segundo lugar a nivel mundial en turismo cultural y arqueológico. Por lo tanto, es importante seguir hablando del tema. El objetivo primario es dar recomendaciones a tomadores de decisión para el fortalecimiento del turismo comunitario en Guatemala, pensando principalmente en cooperación internacional y entidades públicas. A continuación, algunas ideas:

El Estado: Se hace urgente e indispensable que el Estado garantice los derechos humanos básicos de las poblaciones del área rural en temas ineludibles como seguridad alimentaria, nutrición materno-infantil, educación de calidad, capacitación profesional, servicios de salud, servicios básicos (electricidad, agua potable, alcantarillas, tren de aseo), carreteras bien diseñadas y en buen estado, acceso a servicios financieros.Sin contar con estas condiciones es difícil pensar en el cumplimiento de los principios de reconocimiento mínimo de organización y anidamiento institucional, y por consiguiente en el desarrollo del turismo comunitario.

Se deben apoyar y fortalecer las instituciones locales de manejo territorial y desarrollo económico local. Condición ineludible es contar con certeza jurídica sobre el territorio que se aprovechará turísticamente. La figura de Gestión Compartida de la Política de Administración Conjunta y Gestión Compartida del SIGAP (CONAP, 2015) ofrece una salida interesante para que asociaciones cogestoras como ADECAF, ADAFIS, Chajil Siwan, Caribe Maya, puedan tener un respaldo legal y un mayor “anidamiento” de sus acciones frente a la población y otros actores locales.

Se hace importante designar una dependencia interna en el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) que conceptualice, localice, registre, genere datos, monitoree y apoye emprendimientos de turismo comunitario y su impacto real en la economía, ambiente y sociedad local. Se podría pensar en una política pública que impulse el turismo comunitario con acciones concretas, respaldadas por una ley, reglamento, o programa de inversión para el desarrollo del producto. A la par, los datos generados deben divulgarse por canales accesibles a toda la población.

Estos datos deben propiciar un análisis estratégico conjunto entre actores académicos, gubernamentales, no gubernamentales y comunidades que permita una planificación territorial turística pertinente, inclusiva y eficaz.
Es ya urgente establecer una metodología científica, efectiva, de bajo costo, práctica y veraz que permita evaluar periódicamente los impactos del crecimiento turístico en Guatemala, especialmente en aquellos sectores de mayor importancia como generadores de divisas. La evaluación debe ser multicriterio, incluyendo indicadores sociales, ambientales y económicos.

El INGUAT debiera también facilitar procesos de inscripción y registro de emprendimientos comunitarios, así como de capacitación y certificación de guías comunitarios y generales en estas comunidades. La distancia y el difícil acceso a centros de capacitación eleva los costos y vuelve inaccesible la capacitación. Así mismo, es importante fortalecer las capacidades en administración financiera de empresas turísticas, manejo de inventarios, rotulación y señalética, gestión de proyectos, aprendizaje del idioma Inglés.

Existen pocos, pero buenos precedentes de ferias locales de turismo promovidas por INGUAT, en las cuales se establecen contactos entre comunidades locales y tour operadores nacionales e internacionales. Es importante que se conozca la oferta existente y que las comunidades estén al tanto de los requerimientos de tour operadores para llevar turistas a sus emprendimientos. El Estado debería fomentar estos encuentros de forma periódica, encontrando mecanismos eficientes para apoyar a las comunidades a llenar las brechas detectadas.

Es muy importante que el Estado conozca las iniciativas de turismo comunitario que trabaja la cooperación internacional, con el ánimo de apoyar desde sus facultades y facilitar procesos, mediar conflictos y cerrar brechas.
Muchas acciones se han impulsado ya en turismo comunitario por la cooperación internacional en el Altiplano Central y Occidental de Guatemala. Sin embargo, no existe aún una evaluación de impacto estratégica, por región o por destino que evalúe impactos sociales, económicos y ambientales de los tantos emprendimientos de turismo comunitario financiados en un territorio turístico dado. Con estos datos generados es importante evaluar las líneas y enfoques de financiamiento de forma periódica, incluyendo siempre en sus acciones el fortalecimiento de la organización local y la coordinación con actores gubernamentales.

 

Se deben acatar los pasos y requerimientos de las instancias gubernamentales en el tema del turismo sostenible: instrumentos de planificación, líneas de política, normativos y reglamentos, herramientas de gestión (capacidad de carga), registro unificado de visitantes, entre otros. Estos instrumentos generan a su vez información que coadyuva a una buena planificación turística, minimizando impactos y facilitando la distribución de beneficios a las comunidades anfitrionas. Un ejemplo de esto podría ser el impulso del proceso ante el CONAP para la inscripción de los Parques Regionales Municipales con gestión turística comunitaria bajo la figura de Gestión Compartida, dándole a las organizaciones locales el respaldo legal que necesitan para seguir atrayendo inversión al área.

Es también importante la consolidación de estas organizaciones locales a lo interno de la comunidad, para elevar la aceptación de la actividad turística por la mayoría de la población. Esto se puede hacer con visitas guiadas a los senderos, especialmente dirigidas a niños y jóvenes, con el fin de hacer educación ambiental, echar luz sobre la importancia de las normas y tradiciones culturales de la comunidad y resaltar la importancia de que toda la comunidad se involucre en los procesos turísticos. Con esto, la organización encargada podría elevar su nivel de aceptación y legitimidad ante el grueso de la población y mejorar los impactos sociales, económicos y ambientales del proyecto turístico. La misma comunidad u organización podría proponer otras formas efectivas, de acuerdo con sus tiempos y su cultura, de involucrarse en estos procesos.

Una herramienta útil para ampliar los impactos positivos del turismo es una planificación financiera que incluya la forma de distribuir los beneficios económicos, no sólo a los socios de las organizaciones locales, sino también a la mayoría de la población. Esta planificación debería ser anual, basada en los ingresos percibidos, tomando en cuenta las prioridades de desarrollo de la comunidad, respetando las normas e instituciones locales de organización social y hacerse pública, como un compromiso de la organización hacia la comunidad.

Una vez superada la etapa de apoyos económicos y técnicos a emprendimientos de turismo comunitario puntuales, es necesario escalar el nivel, integrando redes locales y regionales de turismo comunitario, que puedan mercadear juntos sus servicios. El objetivo debe ser disminuir los costos de mercadeo al hacerlo en conjunto, elevar las posibilidades de visita, así como los días de pernoctación al ofrecer paquetes más completos que beneficien a más comunidades. Es urgente que los emprendimientos ya en marcha empiecen a recibir turistas o incrementen la visita para así mejorar a corto plazo los ingresos económicos y los beneficios sociales y ambientales a todos los miembros de la comunidad. Si esto no sucede a lo inmediato, se corre el riesgo de perder el interés en los procesos turísticos y que se haga efectivo el deterioro de los recursos naturales y culturales que motivan la visita.

Se aconseja también apoyar la creación y fortalecimiento de espacios de discusión, análisis e intercambio de experiencia entre los emprendimientos ya existentes, aún si el grado de desarrollo es diferente. Sería interesante lograr financiamiento para que estos intercambios fuesen con emprendimientos en México, Centroamérica o algún otro país latinoamericano.

La conformación de redes constituye un recurso de capital social importante que ayuda en procesos de búsqueda de financiamiento o en asistencia técnica.

Los tres principios de cumplimiento externo son los que más frenan el desarrollo del turismo comunitario en Guatemala: la falta de claridad en la certeza jurídica de la propiedad privada colectiva de las tierras comunales, la falta de reconocimiento mínimo de derechos de organización y la falta de anidación de las empresas comunitarias en niveles más amplios de gestión. Sin embargo, sí es posible encaminar acciones por parte del Estado de Guatemala para mejorar el cumplimiento de estos principios. Existe la figura de Gestión Compartida para anidar en ella los esfuerzos turísticos de comunidades en Parques Regionales Municipales.

Doris Eugenia Martínez Melga, licenciada en Ecoturismo de la Universidad del Valle de Guatemala y catedrática en la Maestría en Turismo Sostenible de la misma universidad. Doctora y Master en Geografía, Universidad de Salamanca.