Trabajan por una economía equitativa y solidaria
María Longo
Santos Claret Ajpop y Angélica López Vicente están sentadas en una mesa de la Red Kuchub´al, ambas son protagonistas de la historia y la lucha de la red, que se constituyó hace 15 años con ocho organizaciones. En la actualidad está conformada por doce, sus integrantes elaboran y venden productos locales y orgánicos: mermeladas, chocolate, champú, conservas, miel, jarabe, té, café y otros.
Ahí, sentadas, algo difícil de lograr porque son mujeres muy dinámicas, recuerdan los 15 años de lucha para lograr el desarrollo de Kuchub´al. El génesis ocurrió con la Pastoral de la Tierra Interdiocesana que brindó una plataforma agroecológica para capacitar y dar asistencia técnica a organizaciones campesinas e indígenas en seguridad alimentaria y recursos naturales.
Por medio de la pastoral se unieron ocho organizaciones que el 31 de agosto de 2007 constituyeron la red, perseverar en el camino no fue fácil, tres abandonaron la lucha y siete más se adhirieron.
Claret cuenta que “No todo fue rápido, fue proceso por proceso”. Al inicio, cuando ella era integrante de la junta directiva, iba a ferias de Quiché, San Marcos y Quetzaltenango, para promocionar los productos. El inicio fue difícil, pero la motivaba la esperanza de crear empleos en las comunidades del área rural donde se fabrican los productos que ofrecen.
“Aprendí a elaborar chocolate y lo multipliqué con 16 mujeres, ellas estaban felices porque es una fuente de ingreso, para ayudar a nuestros hijos e hijas con educación. Todo lo que yo aprendo lo llevo a la asociación con las compañeras, nosotras sabemos trabajar solo necesitamos adquirir conocimiento”, relató Claret, integrante de la Asociación de Productores Solidarios.
La red funciona con un modelo de economía solidaria que fomenta tres ejes de trabajo: agroecología, para fomentar la producción agroecológica y garantizar la soberanía alimentaria por medio del consumo interno; agroindustria, que promueve la transformación de productos a través de unidades de producción agroecológica y; comercialización, para el intercambio de productos en los mercados locales a través de clientes minoristas y mayoristas. En sus programas toma en cuenta la equidad de género, la educación solidaria, el consumo responsable, la incidencia y el enfoque generacional.
“Para mí es un logro, a nosotras las mujeres no siempre nos dan una oportunidad, pero a través de Kuchub´al nos dieron capacitaciones. Aprendimos que la mujer es igual que el hombre, recibimos capacitaciones de género y de autoestima para valorar nuestro origen y nuestra identidad. Nos dieron la oportunidad, la mujer puede trabajar y ganar un ingreso, no dependo solo de mi esposo, yo tengo mi dinero en la bolsa ganado con mi inteligencia”, dijo Angélica, representante a la Asociación Identidad del Pueblo Mam.
Entre hermanos y hermanas nos damos las manos, como un sinónimo de solidaridad. Así definen las integrantes y fundadoras a Kuchub´al. Las organizaciones asociadas son formadas en competencias técnicas de producción, administración y comercialización; además de establecer redes de distribución y comercialización, sin olvidar los mecanismos para mejorar el control de calidad, gestionar certificaciones y mejorar la presentación de los productos.
La red enumera tres logros importantes en su recorrido de unión y lucha: la integración de más organizaciones, el empoderamiento de la mujer para la transformación en la toma de decisiones y la adquisición de un inmueble en donde funcionan sus oficinas administrativas. Para el futuro planean construir un centro de formación que brinde servicio de alimentación y hospedaje para el público, así como una escuela de formación de capacidades de emprendimientos agroecológicos.