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Los retos de enseñar una lengua indígena a la niñez

Por Leidy Yareth González Romero

El hablar una lengua indígena aún continúa siendo un obstáculo para estudiar, trabajar o desarrollarte plenamente. Este hecho, ha causado en nuestros abuelos o padres un enorme sentimiento de culpa, enraizado por muchos años. Antes se replicaban una y otra vez expresiones como “nunca hables tu lengua delante de alguien más porque tendrás problemas” “no tendrás trabajo si hablas tu lengua”, las cuales son frases que se volvieron muy significativas, tanto como para quienes las decían como para los que las recibían.

Para algunas personas, es común recordar que cuando eran pequeños no se les enseñaba una lengua indígena, todo se enseñaba y aprendía en el idioma español. Aunque en la actualidad esta dinámica ha cambiado, parece que el enseñar o aprender una lengua indígena se ha convertido en algo tan novedoso que desde niños hasta adultos quieren aprender.

Enfocarse en el aprendizaje correcto de estas lenguas en los niños, como forma para garantizar la conservación de los idiomas indígenas, es fundamental. Se han realizado esfuerzos como la creación de escuelas bilingües o la apertura de talleres donde se enseña una lengua indígena, sin embargo, estos han presentado varias limitantes. Hay muchos ejemplos de los cuales podría hablar, pero en esta ocasión me gustaría hablar de los siguientes:

  • Desvalorización: cuando se quiere enseñar una lengua indígena se debe tener presente la cosmovisión de la misma; a pesar de ello, en muchas ocasiones se percibe que existen enseñantes que no permiten la reflexión a los niños para comprender lo que expresa alguna palabra o frase. Esto hace que los pequeños comiencen a aprender la lengua indígena sin entender el sentido entrelazado, por lo que la lengua se queda como algo estético. Surge la pregunta entonces, ¿cómo hacer que los niños valoren la lengua como parte de su vida cotidiana?
  • Variante lingüística: A veces la enseñanza de la lengua en alguna zona determinada no considera la variante a la que están expuestos los niños, provocando una confusión en el uso de la lengua indígena. En algunos casos, se percibe cómo se combinan palabras dentro de una frase, así se puede notar la presencia de dos o más variantes en un mismo enunciado.
  • Conocimiento de la lengua: En ocasiones, quienes enseñan un idioma Indígena enfrentan dificultades para comprenderlo -y por ende explicarlo- debido a que no conocen la lengua en su sentido cultural, reconociendo palabras sueltas o frases, sin tener entendimiento completo de lo que un hablante nativo puede expresar. De esta forma, lo poco o mucho que sabe el enseñante, es lo que se transmite al niño o niña, sin permitirle reflexionar lo que está aprendiendo.
  • Material didáctico: En la mayoría de casos los talleristas o docentes, deben crear su propio material didáctico en la variante que enseñan debido a que los materiales (como los libros oficiales) solo consideran una variante. Aunque esto es parte de la labor, ¿qué pasa cuando tienes que elaborar un material didáctico sin tener las herramientas o el conocimiento necesario para que este sea útil?
  • Uso práctico de la lengua: Otro reto, que se puede considerar es el cómo crear espacios en los que los niños puedan hacer uso de la lengua. Tal vez, se pueda hablar durante el taller y la clase, pero, ¿qué sucede cuando salen del aula? ¿Cómo se le enseña a un niño a hablar una lengua indígena en un contexto en el que aún se sufre discriminación por ser indígena?
  • Pandemia del covid-19: Uno de los retos más grandes para toda persona, y en este caso, para la enseñanza de la lengua, es buscar las herramientas necesarias para poder escribir el idioma que se enseña, lo cual representa una gran dificultad como el usar programas para representar y/o mostrar a lo que uno se refiere, o simplemente el poder dar asesorías para conocer el avance en la escritura o pronunciación de cada niño.

En los puntos anteriores se describen algunos retos que se encuentran en la enseñanza de las lenguas indígenas. Son casos en los que se debe de ir avanzando día con día, considerando a cada uno de sus participantes. Se debe asegurar el apoyo por y para toda persona para la eliminación de las barreras que no permiten un aprendizaje pleno de las lenguas indígenas a niñas y niños en las escuelas y/o talleres.

El aprendizaje de una lengua indígena no debe realizarse sólo porque suenan “bonito”; va más allá de ello. El aprender una lengua es positivo cuando se realiza para preservar los conocimientos que se transmiten con ella, para conocer quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos. El aprenderla nos debe dar una gran satisfacción porque gracias a ella, podemos comprender nuestra cultura, nuestros modos de ver y entender el mundo.

Foto de portada: Tomada de educo.org – créditos Jesús G. Pastor – www.unfotografo.es