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El rescate y revitalización de la lengua Ulwa en la comunidad de Karawala RACCS

Por Leonzo Knight Julian

El pueblo Ulwa de Nicaragua es parte de la familia Sumu Mayagna, Panamahka y Ulwa, radicados principalmente en la comunidad de Karawala, en la cuenca de Río Grande de Matagalpa. Esta comunidad Indígena, asentada desde 1853 en esta pequeña pero importante comunidad, está conformada aproximadamente por 3500 Indígenas. A menudo el pueblo Ulwa es confundido con el Pueblo Misquito, pero son dos pueblos distintos. La razón por lo que se confunde a la comunidad Ulwa es principalmente porque casi todos aquellos que pertenecen a este pueblo hablan misquito en todos los espacios y ámbitos de la comunidad, en todas las actividades, quehaceres. Es sólo hasta en reuniones familiares que de forma muy aislada y llevada a cabo principalmente por ancianos Ulwa; se habla este idioma.

Esta subordinación de la lengua Ulwa a la lengua misquita, tiene obviamente sus razones históricas, políticas y sociales, por lo que la lengua misquita no solo es utilizada en un gran número de contextos, sino que se considera la lengua dominante y de prestigio, constituyéndose en la lengua de uso formal y utilizada en todos los contextos y ámbitos. La lengua Ulwa en la comunidad de Karawala se ha sometido y relegado a una gama de contextos muy casuales y reducidos, como por ejemplo para su práctica en el hogar. Nuestra lengua lleva a muchos de nuestros miembros a actuar de forma pasiva hacia su lengua materna, debido a la presión socio cultural que experimentan, lo cual los hace dudar del valor de su propia lengua y cultura.

Como consecuencia de lo anterior y de manera general, se puede señalar que a raíz de las reivindicaciones étnicas en Nicaragua y del reconocimiento oficial de las lenguas costeñas, la actitud de algunos Indígenas de desvalorizar su lengua ha venido cambiando. Ahora, se nota la valoración positiva de sus lenguas y culturas al nivel oficial, lo que conlleva un aumento significativo en la autoestima de muchos Pueblos Indígenas y comunidades. Los Ulwa son parte de esta reivindicación, y ahora sienten la necesidad de enorgullecerse mediante la asunción plena de su identidad a través de su lengua.

Se vuelve necesario hacer una reseña con los elementos sociales e históricos que hicieron que la lengua Ulwa pasara de una subordinación peligrosa para su exterminio a una lengua viva. Entre ello, se menciona la presencia de los misioneros moravos desde 1857 y 1859, en la cuenca de Río Grande; pues fueron ellos quienes tuvieron el primer contacto con los Indígenas Misquitos se dieron a la inmediata tarea de aprender el idioma de este grupo con el propósito de evangelizar todos los demás grupos en la cuenca de Rio Grande en el idioma misquito; esto obligó a los Sumus Ulwa a dominar más el misquito para no quedarse fuera de la evangelización.

Lo anterior; sumado a las migraciones de Indígenas que se comunicaban principalmente en el misquito como lengua dominante para todo tipo de actividades trascendentales (como el comercio, la religión, las actividades interétnicas e Indígenas en todos los ámbitos) llegó a ser la lengua común que ocasionó entre los Ulwa el proceso por el cual, perdieron progresivamente su lengua materna. Existen varios casos en los que, cuando se logra un mayor manejo en una segunda lengua, se va disminuyendo el uso de la primera lengua, quedando relegada a funciones domésticas o de menor importancia social, como ocurre en Karawala.

Vale la pena señalar que, de alguna forma, el CODIUL (Comité de Investigación de la Lengua Ulwa) ha contribuido al proceso de rescate y revitalización de la lengua; no obstante, aún se enfrentan problemáticas para su rescate. El miskito, que ya tenía forma escrita gracias a la obra de los misioneros moravos, y muchos términos referentes a la lectura, los libros y la educación, necesita llenar huecos en el registro y el sistema de enseñanza para aprovechar la tecnología moderna.

Aunque el idioma Ulwa y el Rama, se encontraban desde hace ya varios años casi a punto de extinguirse -suplantados por el inglés creole y misquito principalmente- sus hablantes están creando nuevos vocablos para denominar objetos y conceptos del mundo moderno, que forman parte de su realidad diaria, pero para los cuales solían utilizar el misquito o el inglés. En el aire, quedaba el sumu – mayagna, que hace veinte años no tenía forma escrita, pero que ahora se utiliza como vehículo de la educación formal a nivel de primaria y del estudio lingüístico.

Para seguir registrando el Ulwa, se debe elaborar de la manera más acertada los registros lingüísticos y educativos de este idioma. Su uso debe expandirse en la comunidad y enseñarse en la escuela como lengua materna, dándole requerida revitalización desde la infancia. De igual manera se debe ir expandiendo la creación de nuevas palabras, propias y necesarias para comunicarse en este idioma, sin recurrir a préstamos de otras lenguas.

Aunque existe mucho entusiasmo e interés en el rescate de la lengua materna Ulwa y se ha luchado ya a través del CODIUL y por otros medios a través de la enseñanza de la lengua en la educación primaria, aún no se ha podido definir los mecanismos o más bien el método pedagógico lingüístico apropiado y funcional que nos permita transmitir el dominio de nuestra lengua por los alumnos y demás miembros de la comunidad de manera sistemática y efectiva.

Se debe recordar que la escritura de una lengua es determinante para la facilitación de su enseñanza; desarrollar un sistema para describirla y enseñarla desde la perspectiva del propio pueblo, sin que sea necesario recurrir al español, es complicado. La formación de palabras, así como la organización de cuestiones técnicas propias de los idiomas, es importante. A pesar de todo, nuestro propósito de revitalizar nuestra lengua Ulwa es imperante y por ello, es necesario contar con apoyo de diversos actores que nos den acompañamiento hasta que tengamos nuestra propia capacidad de llevar nuestro propio proceso de revitalización.

—Leonzo Knight Julian es de la comunidad de Awawak en Miskitu (Karawala), de identidad Ulwa, de padre afro-descendiente y madre Ulwa. Desde 1988 ha trabajado en investigación lingüística, incluyendo trabajo en CODIUL (Comité de Idioma Ulwa) en la Comunidad de Awawak, de donde se trasladó a la ciudad de Bluefields en el año 2002 con el propósito de continuar sus estudios. Culminó su carrera en Sociología en 2005 y en el 2012 obtuvo un postgrado en Educación Intercultural Multilingüe.